Europa: el precio de la recuperación

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La Habana, Cuba, 25 de julio del 2020.- Tras largas y enrevesadas negociaciones, los 27 Estados de la Unión Europea (UE) pactaron un plan de recuperación económica para enfrentar la crisis generada por la Covid-19 y aprobaron el Marco Financiero Plurianual para el período 2021-2027.

Calificada de histórica por los defensores a ultranza del bloque regional, la estrategia acordada incluye la mayor deuda común en la historia de la alianza y está concebida para contener la gran recesión provocada por la pandemia.

Resaltado como prueba de unidad y solidaridad, el consenso entre los jefes de Estado y de Gobierno de la UE llegó, sin embargo, tras casi cinco días de fuertes enfrentamientos y divisiones en el marco del Consejo Europeo iniciado el 17 de julio, el primero celebrado de manera presencial desde febrero.

El pacto peligró en múltiples ocasiones por las divergencias internas y la oposición de las llamadas naciones ‘frugales’ (Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Austria), a las que más tarde se unió Finlandia y que se negaban a compartir la deuda.

Luego de jornadas de incertidumbre y tras realizar cambios a la propuesta inicial, los 27 acordaron un plan de recuperación basado en un fondo de 750 mil millones de euros, el cual será financiado por una emisión sin precedentes de deuda conjunta y distribuido en forma de subsidios (390 mil millones) y préstamos (360 mil millones).

Desde el inicio, la pandemia de la Covid-19 fue para la UE más preocupante desde el punto de vista económico que desde el humano y la tan aclamada solidaridad regional no estuvo presente cuando Italia y España pidieron ayuda desesperada, en los peores momentos de la crisis.

El bloque no logró organizarse de manera efectiva para aminorar los daños del coronavirus SARS-CoV-2, pero asegura haberlo hecho ahora para impulsar las economías nacionales y la comunitaria.

Analistas y políticos advierten sobre el precio a pagar por cada país por las ayudas prometidas y recuerdan anteriores rescates financieros en el área, los cuales estuvieron acompañados de fuertes medidas de austeridad, sufridas por los trabajadores y los sectores más vulnerables.

Según el alemán Wolfgang Streeck, director emérito del Instituto Max Planck, es necesario recordar que ‘vivimos en un mundo capitalista, no de solidaridad. Cuando llega una situación crítica el fuerte sufre menos que el débil y dispone de más recursos para aminorar su sufrimiento’, dijo.

Fuente: Prensa Latina

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