Derechos de pesca bloquean negociación pos-Brexit de UE y Reino Unido

David Frost, negociador británico abandona la sede de la UE tras reunirse con su homólogo de la UE, Michel Barnier. Foto Ap

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Bruselas, Bélgica, a 20 de diciembre del 2020.- Las negociaciones sobre un acuerdo comercial pos-Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea proseguirán el lunes, tras el complicado pulso mantenido el fin de semana sobre los derechos de pesca, que bloquea cualquier perspectiva de un acuerdo a solo once días de la salida definitiva.

“Las negociaciones siguen siendo difíciles y subsisten importantes diferencias. Seguimos explorando todas las pistas para llegar a un acuerdo”, comentó una fuente británica el domingo por la noche.

Una fuente europea confirmó que “espera” que las discusiones continúen el lunes, señal de que en este largo pulso, nadie se dispone a arrojar la toalla el primero, para no cargar con la pesada responsabilidad de un fracaso.

La fecha límite del Parlamento europeo, que esperaba un texto antes del “domingo a medianoche”, será rebasada, sin sorpresa, como tantas otras antes en la saga del Brexit.

El objetivo de los eurodiputados era disponer de un tiempo mínimo para examinar y ratificar un hipotético tratado y que pueda entrar en vigor el 1 de enero.

Un pacto alcanzado in extremis podría entrar en vigor de forma provisional, una opción con la que parece que están de acuerdo los países miembros, con una ratificación posterior del Parlamento Europeo. Pero según varias fuentes europeas, tal escenario solo es técnicamente posible si se alcanza un compromiso antes de Navidad, sin el cual una ruptura sin acuerdo parece, al menos por unos días, inevitable.

Brexit en segundo plano

El domingo, el negociador británico, David Frost, y su homólogo europeo, Michel Barnier, mantuvieron un nuevo encuentro.

“Respetamos la soberanía del Reino Unido. Y esperamos lo mismo” por parte de los británicos, subrayó en un tuit el negociador europeo, hablando de un “momento crucial de las negociaciones”.

Estas interminables negociaciones prosiguen en momentos en que la pandemia del Covid-19 acapara la atención de los británicos: el gobierno acaba de anunciar el reconfinamiento de Londres y el sureste de Inglaterra para atajar un repunte de los contagios debido a una nueva cepa.

Varios países europeos, incluido Bélgica, donde se están llevando a cabo las discusiones, anunciaron que suspendía los vuelos y trenes procedentes del Reino Unido a causa de esa nueva variante del virus. La UE prevé una reunión de crisis al respecto el lunes, dejando las negociaciones pos-Brexit casi en segundo plano.

Se tiene que llegar a un compromiso rápidamente, antes de que el Reino Unido -que dejó el bloque oficialmente el 31 de enero- salga del mercado único europeo el 31 de diciembre a las 23:00 GMT.

Sin un tratado de libre comercio, las relaciones entre ambas partes se regirán por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), un escenario de consecuencias económicas imprevisibles que conlleva aranceles y cuotas.

“Quiebra estructural”

Los europeos supeditan el acceso sin derechos de aduana ni cuotas a su inmenso mercado a un acuerdo sobre la cuestión pesquera. Se trata de un tema clave para los británicos, puesto que la UE es su principal socio comercial.

Para varios países europeos, como Francia y Holanda, la pesca tiene una gran importancia política y social, pese a que representa un peso económico pequeño.

Del lado británico, el control de sus aguas simboliza la recuperación de la soberanía gracias al Brexit.

En el centro del debate están los 650 millones de euros (800 millones de dólares) en pesca capturados cada año por las flotas europeas en aguas británicas, y la duración del periodo que permitiría a los pescadores europeos adaptarse a las nuevas condiciones. Para los británicos, los productos de pesca en aguas europeas representan alrededor de 110 millones de euros (135 millones de dólares).

Bruselas propondría renunciar a cerca del 20 por ciento de los 650 millones de euros en un periodo de siete años. Los británicos reivindican 60 por ciento en un plazo de adaptación de tres años, según fuentes europeas.

“La UE ha indicado claramente este fin de semana que está dispuesta a hacer concesiones”, declaró el domingo un diplomático europeo. “Pero no aceptará llevar a sus pescadores a una situación de quiebra estructural”, añadió.

Sobre las otras cuestiones que bloqueaban las negociaciones -normas de competición y el futuro mecanismo de solución de controversias-, las posiciones se han ido acercando en esta última semana.

La UE exige garantías de Londres para proteger a su mercado de una economía británica sin regulación que no respetaría las normas medioambientales, sociales, fiscales o su estricto régimen de ayudas públicas.

Fuente: La jornada

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