París, Francia, a 18 de diciembre del 2019.- El primer ministro francés, Edouard Philippe, dialogó hoy aquí con líderes sindicales sobre la polémica reforma de la jubilación impulsada por el gobierno, reuniones que no aportaron resultados para desbloquear la crisis.
A juzgar por las declaraciones de los actores sociales, de Matignon, la sede oficial de Philippe, salieron bajo el mismo escenario en el cual entraron, el Ejecutivo empeñado en establecer el sistema universal por puntos y la edad de referencia de 64 años para el retiro, una parte de los sindicatos opuesta a la iniciativa en su conjunto y la otra interesada en que solo se elimine esa edad.
El contexto no puede ser más tenso, un paro que se extiende ya por 14 jornadas, con severas afectaciones en el transporte público e impacto también en sectores como la aviación, la educación, la salud y la energía, todo esto a cada vez menos días de las fiestas navideñas.
De acuerdo con el secretario general de la influyente Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, la organización ratificó al primer ministro la demanda de retiro de la reforma.
Lamentamos que el gobierno insista en su posición ideológica y no se esfuerce por atenuar el descontento, dijo el dirigente, uno de los promotores activos de la huelga iniciada el 5 de diciembre y de las tres grandes movilizaciones celebradas desde entonces, la más reciente ayer, con casi dos millones de manifestantes en las calles del país, según la CGT.
Por su parte, el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, advirtió tras la reunión que un acuerdo está ‘bien bien lejos’.
Philippe defendió la edad de referencia (implica trabajar más allá de la edad oficial de jubilación, 62 años, para recibir todos los beneficios) y nosotros su eliminación, señaló el líder de otra poderosa organización sindical, pero de corte reformista y más cercana al oficialismo, una de las pocas partidarias del sistema universal.
Berger afirmó que la determinación de la CFDT sigue intacta, una mala noticia para el Ejecutivo.
Algunos medios de prensa y analistas calificaron lo ocurrido hoy de un diálogo de sordos, pese a la disposición del presidente Emmanuel Macron, anunciada hoy, a realizar concesiones para lograr el avance de la reforma, una de sus promesas de campaña.
Para expertos, el gobierno cederá en algún momento, simplemente porque no puede salir airoso de una batalla contra todos los sindicatos.
En ese sentido, valoran la eliminación de la criticada edad de 64 años como la necesaria para evitar descuentos y cobrar bonos, introducida por el ejecutivo para conseguir el equilibrio financiero de su proyecto.
Si bien esta eventual decisión no detendría el paro ni el rechazo de importantes sectores, al menos pondría nuevamente al lado del plan gubernamental a los sindicatos reformistas, sobre todo la CFDT.
Fuente: Prensa Latina