Hace algunos días, se dio inicio al Tratado de libre comercio Continental Africano, conocido como AfCFTA, en donde 23 países eliminarán los aranceles al 90 % de los productos, lo que busca incrementar el comercio en esa zona geográfica. Este acuerdo abarca un mercado de 1.200 millones de consumidores y a un PIB agregado equivalente a lo producido por Argentina, Brasil, Chile y México.
Chile no tienen ningún acuerdo de libre comercio con algún país africano y nuestro comercio con esa zona del planeta es ínfimo. En el 2018, exportamos US$353 millones, equivalentes al 0,5%, en donde nuestro principal destino es Sudáfrica con US$ 136 millones, principalmente nitrato y cloruro de sodio, sin que existan envíos de frutas, vinos u otros productos estrella chilenos. Las importaciones desde África fueron US$ 323 millones, donde también se destaca Sudáfrica, con productos como sulfato de cobalto. En suma, nuestro comercio con ellos es mínimo y concentrado en muy pocos productos.
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Sudáfrica tiene acuerdos de libre comercio con EFTA, Unión Europea y Mercosur, lo que nos deja en clara desventaja ya que el vino chileno debe pagar un arancel de 25% para entrar, mientras que el vino español o francés lo hace en condiciones mucho más ventajosas, por lo cual debemos considerar avanzar en el desarrollo de un TLC con la AfCFTA o a lo menos con ese país. Chile tiene TLC con las Américas, gran parte de Europa, Asia y Oceanía, por lo cual África es nuestra última frontera, existiendo a partir del AfCFTA una oportunidad que no podemos dejar pasar.
Tomás Flores
Director Centro de Investigaciones Institucionales
Universidad Bernardo O´Higgins y
Ex subsecretario de Economía