Ciudad de México, 29 de marzo 2021.- El INE ha declarado la guerra a morena y, en consecuencia a los ciudadanos; no sabemos por encargo de quién, pero las entrañas nos lo dicen, pues el golpe sólo beneficia a aquellos que no pueden ganar ni haciendo alianza con sus antítesis. De esta manera creen poder obtener el favor de los votantes que en 2018 les dieron la espalda.
La intención es clara, no hay engaño, las preferencias y la orientación de quien dirige el Instituto Nacional Electoral, atentan contra el principio constitucional del derecho a votar y ser votado que todas y todos los mexicanos tenemos.
La legitimidad de la democracia mexicana exige garantizar a la ciudadanía un ejercicio eficiente y transparente del erario y sobre todo, una fiscalización sin filias ni fobias políticas de quienes han asumido la responsabilidad de vigilar los procesos electorales.
Las ciudadanas y los ciudadanos mexicanos, hartos de los privilegios de los grupos dueños del poder corruptor, según encuestas y sondeos, inclinarían el voto mayoritario en favor de morena y sus candidaturas el próximo mes de junio.
El INE se ha convertido, en los hechos, en un férreo defensor de los intereses y privilegios de quienes dominaron el poder político, económico y mediático en el régimen neoliberal, apoyados en políticos corruptos del viejo régimen y empresarios acostumbrados a crecer al amparo de un sistema podrido que saquea los recursos del pueblo mexicano; y para mantenerlo ha echado a andar un oscuro mecanismo a fin de eliminar de la contienda electoral a diversos candidatos de morena. Con estas acciones, el INE ha dejado de ser un árbitro imparcial para transformarse en un inquisidor que ejerce la justicia de manera revanchista, discrecional, selectiva.
No es nuevo este actuar: en el año 2000 el entonces IFE, ignoró por completo a los “Amigos de Fox”, dejando impune al excéntrico guanajuatense, quien creó una red ilegal de financiamiento a su campaña electoral. Nada de castigos ejemplares ni de defensas vociferantes del sistema democrático. Todo se resolvió con una multa, sin quitar ninguna posición a los partidos sancionados. Se actuó igual en el caso del Pemex Gate.
En 2006, además, el INE nada hizo ante la ilegal y escandalosa compra de espacios de publicidad política dirigida a denostar al candidato Andrés Manuel López Obrador, mejor posicionado en las encuestas, evidenciando una clara inequidad en la competencia a favor de Felipe Calderón, a quien se favoreció consumando un magno fraude electoral, por todos conocido.
En 2012, el INE no inhabilitó a los candidatos del PRI y nadie fue castigado por el uso y abuso de las tarjetas Monex y Soriana como estrategia electoral en la campaña de Enrique Peña Nieto, quien habría gastado 13 veces más del tope permitido por la ley electoral… Dicho Instituto tampoco actuó ante la abundante información sobre los pagos hechos por la constructora Odebrecht, a Emilio Lozoya Austin, con el fin de financiar gastos de la citada campaña y pago a 12 consultores extranjeros en materia electoral por cerca de 4 millones de dólares americanos.
Fiel a su inmoral y antidemocrático papel de ser juez y parte, el Consejo del INE, en lugar de árbitro neutral, hoy pretende, con argucias legaloides, restarle a morena posibilidades de triunfo, como lo hizo en 2016 al intentar retirar el registro a sus candidatos al gobierno de Zacatecas y Durango.
Hoy el INE, en su abierta batalla contra morena, tuerce la ley al ritmo de un grupo de consejeros empeñados en colocar su agenda política, ideológica y personal, por encima de la democracia mexicana y de los millones de personas que aún abrazan y creen en el proyecto lopezobradorista. De ese modo una mayoría de consejeros del INE actúa en sentido contrario a los principios que rigen la materia electoral: CERTEZA, LEGALIDAD, IMPARCIALIDAD, INDEPENDENCIA, MÁXIMA PUBLICIDAD Y OBJETIVIDAD.
Con sus actos generan incertidumbre en los resultados electorales, violentan la legalidad al militar en contra de la Constitución y de la legislación vigentes, se comportan de modo parcial y subordinados a fuerzas políticas opositoras a morena, alejándose del indispensable principio de objetividad que debe prevalecer en su conducta.
Reiteramos, el INE está en guerra contra morena, pues además de construir procesos amañados para lastimar a nuestro partido, quieren garantizar que el Movimiento de Regeneración Nacional no obtenga la mayoría en la Cámara de Diputados y con esto completar el andamiaje legal para construir la Cuarta Transformación.
Para alcanzar esos fines perversos, al INE no le ha importado dar un golpe a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en cuyo artículo 60 claramente establece que el INE, para la asignación de diputados por el principio de representación proporcional, debe aplicar puntualmente lo dispuesto en el artículo 54 constitucional y lo previsto en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. Por si esto fuera poco, con sus acuerdos, contrarios a la legalidad vigente, lesionan los derechos políticos de los ciudadanos, en particular la autenticidad y efectividad del sufragio de los electores.
Lo decimos fuerte y claro: quienes formamos parte de morena hemos demostrado con hechos que no somos iguales a los perversos personajes de otras épocas y otros colores; por lo tanto, no aceptaremos que nos quieran castigar por ser diferentes, por pensar en una patria éticamente renovada.
Desde ahora advertimos que recurriremos a todas las instancias legales y acciones políticas pacíficas a las que tenemos derecho, para frenar esta nueva ofensiva de las fuerzas conservadoras.
¡Por la defensa del derecho a votar y ser votado!
¡Por el derecho de todas y todos a cambiar a México!
