Beijing, China, a 18 de junio del 2019.- China disminuyó la tenencia de bonos del Tesoro de los Estados Unidos, el segundo descenso de forma consecutiva, en medio de la escalada de tensiones comerciales que viven hoy ambas potencias, reportó Prensa Latina.
Según fuentes oficiales, en abril el gigante asiático contabilizó mil 113 billones de dólares en bonos del tesoro (conocidos como treasuries), algo menos de los mil 121 billones de dólares que tenía en marzo.
De acuerdo con los datos publicado por el Departamento del Tesoro estadounidense ese fue el segundo mes consecutivo en que cayeron las tenencias por parte de Beijing.
En la actualidad, China es el mayor poseedor extranjero de treasuries, seguido de Japón, con mil 64 billones de dólares, y en un lejano tercer lugar el Reino Unido con 317 mil 100 millones de dólares.
La tendencia al declive se produce en un momento de fricción entre los dos países, que no han podido concretar un acuerdo comercial a largo plazo y, en cambio, han estado involucrándose en una lucha arancelaria que se ha intensificado en los últimos meses.
Muchos expertos consideran que el hecho de que China sea el propietario extranjero más grande de la deuda de los Estados Unidos lo coloca en una posición de ligera ventaja frente a la Casa Blanca pues está en condiciones, si así lo desea, de remover los cimientos de la moneda estadounidenses a nivel internacional.
Pero, otros consideran que deshacerse de forma masiva de los bonos del Tesoro sería el último recurso de los chinos, pues traería severas consecuencias inmediatas no solo para ambas potencias, sino para el mundo.
El primer efecto, apuntan analistas, sería una caída pronunciada en el precio de los bonos afectado a China como principal tenedor, igualmente el dólar se depreciaría ante las principales divisas y los mercados de desestabilizarían.
Sin embargo, hoy en día un acuerdo comercial entre los dos países aún luce lejano y la semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a amenazar con imponer una ronda de aranceles a importaciones chinas por valor de 300 mil millones de dólares.
Beijing, por su parte, aseguró que no quiere una guerra comercial, pero tampoco le teme y responderá con contundencia.