Ciudad de México, a 6 de junio del 2019.- Unos 400 policías federales mexicanos siguen hoy desplegados en la frontera sur con Guatemala para reforzar los operativos de vigilancia en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM), reportó la agencia noticiosa Prensa Latina.
La orden fue dada por el Gobierno luego de que una caravana de centroamericanos ingresó a territorio mexicano, aun cuando el contingente fue mermado en Tapachula, Chiapas, donde muchos fueron aprehendidos y repatriados a sus lugares de origen.
Por su parte, el gobierno de Guatemala informó hoy que tropas norteamericanas se encuentran desplegadas en el noroeste del país, en la frontera con México, con el objetivo de frenar en su origen el éxodo migratorio hacia Estados Unidos, pero no precisó el número de efectivos estadounidenses.
El ministro de Defensa guatemalteco, Luis Miguel Ralda, aseguró que las tropas estadounidense ya están en Guatemala, “específicamente en Huehuetenango”, un departamento del noroeste donde los niveles de emigración están entre los más altos de la región.
“Las tropas ya están, como ha sucedido en los últimos 15 años, con programas como Fuertes Caminos y ahora, el que se está desarrollando: Más allá del Horizonte”, detalló Ralda, citado por la televisora venezolana Telesur.
México mantiene el estado de fuerza para vigilar la entrada a su territorio en la zona fronteriza de Chiapas y Guatemala, están coordinados por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y el Instituto Nacional de Migración, dijeron fuentes de la localidad.
Agregaron que el aumento de la vigilancia se da en el marco de las negociaciones entre México y Estados Unidos por el aumento de los aranceles a productos mexicanos que pretende imponer el presidente Donald Trump como castigo por no detener, según el mandatario vecino, el incremento de migrantes que buscan cruzar la frontera norte.
La caravana de migrantes centroamericanos había entrado a México en la mañana de ayer miércoles sin los documentos migratorios correspondientes, y su avance fue frenado por elementos del ejército, de la policía federal y agentes migratorios.
El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste indicó que con numerosos operativos de seguridad, decenas de migrantes fueron interceptados a su paso por la localidad de Metapa de Domínguez, Chiapas, entre Ciudad Hidalgo (que es la entrada a México a través del río Suchiate) y Tapachula.
Las organizaciones que conforman el Colectivo urgieron al gobierno mexicano a respetar los derechos humanos de los migrantes y movilizar ayuda humanitaria y médica para auxiliarlos, ya que ‘esta caravana viene en condiciones de deshidratación y comienzan a mostrar síntomas de agotamiento severo, entre otros padecimientos’.
En una alerta dirigida a la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados, a organismos internacionales de Naciones Unidas, a la Cruz Roja Internacional, entre otras, voceros de los centroamericanos llamaron la atención sobre todo de la vulnerabilidad de menores de edad y mujeres.
Según esas fuentes, un grupo de 500 migrantes centroamericanos ingresaron a territorio mexicano a pie por el puente internacional que divide el municipio de Suchiate, México, con el departamento de Tecúm Umán, Guatemala.
Otro grupo de alrededor de mil personas lo habría hecho sobre balsas por el río Suchiate.
En tanto, las declaraciones del ministro son las primeras oficiales al respecto, aunque el viernes pasado el diario The Washington Post adelantó detalles de la operación.
Según el Post, que citó a funcionarios estadounidenses que hablaron en condición de anonimato, decenas de agentes e investigadores del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) trabajarán como “asesores” de la Policía Nacional Civil (PNC) y las autoridades de Migración de Guatemala.
Los agentes, cerca de 80 de acuerdo a fuentes, asesorarán a las autoridades migratorias y policiales guatemaltecas para combatir las redes de tráfico humano, en un plan pactado entre los gobiernos de los presidentes Donald Trump y Jimmy Morales.
El acuerdo, según el Post, fue alcanzado el 27 de mayo pasado en la capital guatemalteca entre Morales y el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan.
El despliegue se concentrará en Huehuetenango, que limita con el estado mexicano Chiapas, por donde pasa la ruta Panamericana y por donde cruza gran parte del flujo migratorio entre los dos países.
La localidad fronteriza La Mesilla, en Huehuetenango, es según Estados Unidos el principal punto desde el que cruzan a México.
El objetivo de Estados Unidos es evitar que los inmigrantes entren a México para que así no puedan llegar a su propia frontera, que desde hace meses vive una situación de crisis por el creciente flujo migratorio, en su mayoría familias centroamericanas solicitantes de asilo.
En abril pasado, fueron detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos 98.977 migrantes y en marzo 92.831, cifras sin precedentes en la última década.
En este contexto, Trump anunció la semana pasada la imposición de aranceles a todos los productos procedentes de México que empezarán en 5% este mes y ascenderán gradualmente hasta 25% en octubre próximo como castigo precisamente por el flujo migratorio creciente en la frontera.
Y advirtió que solo eliminará los aranceles si ve una reducción significativa en el flujo e instó a México a tomar medidas, especialmente en su frontera con Guatemala.
Con información de comunicados de prensa oficiales, Prensa Latina y La Jornada
