Ciudad de México, 17 de julio del 2019.- El Plan de Negocios que presentó formalmente hoy Petróleos Mexicanos (Pemex) contempla medidas para fortalecer tanto las finanzas de la petrolera como su capacidad productiva, mismas que son “insuficientes” para resolver dos problemas estructurales: el excesivo endeudamiento financiero y la relativa elevada carga fiscal, alertó BBVA Research, área de investigación del banco BBVA México.
Advirtió que si bien, el documento presentado puede disminuir el riesgo de una reducción en la calificación crediticia del país en el corto y el mediano plazo, no modifica el riesgo de una reducción en la calificación crediticia para la empresa por parte de Moody’s.
En un reporte realizado por Carlos Serrano y Arnulfo Rodríguez, economistas de la institución, BBVA reconoció que las medidas anunciadas –reducir la carga fiscal o inyección de recursos– “seguramente” contribuirán a la estabilización de la producción de petróleo crudo, pero “la probabilidad de lograr incrementos significativos en dicha producción en tan corto plazo aún sigue siendo baja”.
“Para hacer posibles tales incrementos –en producción– insistimos en que se reactive el modelo de negocios basado en farmouts –modelos de inversión entre la firma y privados–. Ello permitiría que Pemex compartiera no solamente el riesgo exploratorio, sino también la inversión”, detalló.
Sostuvo que la reducción permanente en la carga fiscal de la petrolera que planea hacer el gobierno federal para los próximos dos años y las posibles aportaciones de recursos más allá de 2022 deberían ir acompañadas de modificaciones en la política recaudatoria que ayuden a mantener relativamente estables los ingresos del gobierno federal y no pongan en riesgo el cumplimiento de las metas fiscales.
“Lo anterior contribuiría a fortalecer las finanzas públicas del país, disminuyendo así el riesgo de una reducción en la calificación crediticia soberana en el corto y mediano plazo. No obstante, el plan de negocios no modifica el riesgo de una reducción en la calificación crediticia de Pemex por parte de Moody’s”, insistió.
BBVA explicó que el Plan de Negocios de la empresa productiva del Estado está basado principalmente en más aportaciones de capital del gobierno federal y una reducción de la carga impositiva con el objetivo de que la firma invierta más recursos en los primeros tres años del sexenio.
Con ello, precisó, se pretende no solamente estabilizar la producción de petróleo crudo, sino también incrementarla significativamente en los tres últimos años del sexenio hasta alcanzar un promedio de 2.7 millones de barriles diarios para 2024 desde un promedio de 1.7 millones de barriles diarios para este año, según lo estimado.
En lo concerniente a la reducción de la carga fiscal, mencionó, ésta consistirá en una tasa del Derecho por Utilidad Compartida (DUC) que descenderá de un nivel actual de 65 por ciento a 58 por ciento y 54 por ciento en 2020 y 2021, respectivamente. “Para ello se requerirá de una reforma a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos”.
BBVA añadió que, para poder incrementar la producción de petróleo crudo en los siguientes años, Pemex tiene como estrategia reducir tiempos entre descubrimientos de yacimientos y su producción, además que buscará intensificar la exploración terrestre y en aguas someras en la vecindad de campos activos de producción.
“La participación privada solamente se hará mediante contratos incentivados (CSIEE’s) de largo plazo. Por lo pronto, la reactivación de los farmouts no parece ser una opción que el gobierno federal esté contemplando para los próximos años. En relación al desarrollo de la nueva refinería (Dos Bocas, Paraíso, Tabasco) el Consejo de Administración aprobó un presupuesto por 41 mil millones de pesos en 2020”, acotó.