Felipe del Niño Jesús Calderón Hinojosa
Estaba Felipe el breve libando,
al pie de la inútil Estela de Luz,
cuando llegó la muerte cantando
¡al panteón te llevo en un metrobús!!
¡Calmate ya Margarita!, ic
de tu mal trato cansado estoy,
deja disfruto mi obra horita, ic,
y para que se te quite, no voy.
¡Como siempre, no estás en tus cabales!
soy la muerte, baboso, y no tu flaca…
y ahora por tus daños colaterales,
te vas conmigo, le dijo la calaca.
Achis, achis, achis, es cierto, ic,
Mira, te confundí con mi flaquita,
aunque viéndolo bien, con el ojo abierto,
se me hace que tu estás más bonita, ic.
Ahora comprendo, Borolas,
la razón por la qué bebes,
si con dos copas te haces bolas,
y para que tus broncas te sean leves.
Soportar con la Zavala el infierno,
buscaste refugio en el trago,
por eso te vas conmigo al averno,
para que no andes ya de vago.
Tómate esta botella conmigo,
dijo Felipillo a la calaca, ¡bebámos!
a ver si te encuentro el ombligo,
y en el último trago nos vamos.