Beijing, China, a 25 de septiembre del 2019.- China planea hoy introducir nuevas exenciones sobre más productos agrícolas de Estados Unidos de incrementos arancelarios, como continuidad del momento de distensión entre ambas potencias que pudiera allanar el camino hacia las venideras negociaciones comerciales.
Fuentes del Ministerio de Comercio y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (máximo órgano planificar) comentaron a la prensa local que se dará ese paso en respuesta a una decisión similar de la Casa Blanca que beneficiará a más de 400 mercancías del gigante asiático.
Según indicaron, el Gobierno también alentará a las empresas pertinentes a continuar la compra de cierta cantidad de bienes agrícolas, incluido el cerdo y la soya norteamericanas, en línea con las reglas del mercado y de la Organización Mundial del Comercio.
China -ampliaron- tiene un gran mercado y amplias perspectivas para recibir agroalimentos de alta calidad desde Estados Unidos.
No obstante, enfatizaron en que esperan encontrar un punto medio con Washington y crear condiciones favorables para llevar adelante la cooperación en ese y otros sectores.
Este mes ambos países tuvieron gestos de buena voluntad para aplacar la guerra comercial que los enfrenta desde hace más de un año, con secuelas nefastas para los negocios en lo bilateral y mundial.
Sus actos recíprocos incluso reavivaron por momentos gran parte de las bolsas de valores alrededor del mundo e incentivaron los precios del petróleo.
Pese al mejor clima, ahora los ojos siguen puestos en las pláticas anunciadas para principios de octubre en Washington, aunque con expectativas disminuidas sobre el alcance en el corto plazo de un consenso sólido que ayude a solucionar de una vez la discordia.
El conflicto entre la primera y segunda potencia del orbe cumplió en marzo pasado un año y lo desató investigaciones de la Casa Blanca sobre los supuestos esfuerzos chinos que distorsionan el mercado nacional para forzar, presionar y robar tecnología y propiedad intelectual estadounidense.
Después de vivir momentos de peligrosa tensión, las aguas se apaciguaron un poco entre Beijing y Washington, lograron reanudar las pláticas y encontrar un punto medio en cuestiones importantes como la protección de los derechos de propiedad intelectual, la transferencia tecnológica, agricultura, servicios y tasas de cambios.
Pero el pleito volvió al cruce de disparos arancelarios en mayo pasado, luego de seis meses de tregua durante la cual las dos potencias estuvieron bien cerca de avanzar hacia un convenio, pues ya se habían puesto de acuerdo en muchos puntos problemáticos.