Ciudad de México, a 23 de julio del 2019.- Grupo México descartó que se registre “un impacto en sus operaciones” por la clausura “parcial y temporal” a su terminal en Guaymas, Sonora, impuesta por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) desde el 19 de julio, derivada del derrame de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés y por carecer de autorización de impacto ambiental.
“No esperamos impacto en las operaciones debido a que esta terminal tiene programado el próximo embarque hasta finales de agosto”, indicó el corporativo de Germán Larrea en un nuevo comunicado enviado a sus inversionistas a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para informarles sobre la situación de la terminal marítima donde ha asegurado que sólo se derramaron 3 metros cúbicos de ácido sulfúrico que resultaron “inofensivos” porque “se neutralizó” con el agua del mar.
Además argumentó que no requería la autorización de impacto ambiental para operar su terminal marítima de Guaymas ya que ésta comenzó operaciones antes de que existiera dicho requisito.
“Desconocemos los motivos o causas para esta clausura parcial y temporal, continuaremos aportando a la autoridad ambiental todos los elementos que sean necesarios para brindar la certeza respecto la operación en estricto apego a la normatividad ambiental. Esperamos que la autoridad ambiental levante la clausura parcial y temporal una vez satisfecho este procedimiento”, indicó en el comunicado.
Destacó que la Profepa realizó una primera visita de inspección a sus instalaciones después del incidente y concluyó que “se ejecutaron las medidas inmediatas para contener los materiales liberados y no se hizo referencia alguna a la existencia de impactos negativos al ambiente derivados del incidente”.
Sin embargo, en una segunda inspección realizada el 19 de julio, la Profeco ordenó “una clausura parcial y temporal únicamente respecto al proceso de almacenamiento y conducción de ácido sulfúrico en la terminal argumentando la falta de autorización de impacto ambiental”.
Las obras y actividades realizadas en terminal área iniciaron desde 1979, casi una década antes de que se promulgara la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente que data de 1988, por lo cual no se requería la obtención de dicha autorización para operar, refirió.
“Por lo anterior, estas licencias no son un requisito para las empresas que operaban con anterioridad. Además, se otorgó la Certificación de Industria Limpia de Profepa para esa instalación en el 2009, obteniéndose posteriormente 4 renovaciones de la certificación (de 2 años de vigencia cada una)”, abundó.