Mercosur, tropiezos y debilidades

0
447

Por Hugo Rius *

Montevideo, (Prensa Latina) Lo que es hoy el Mercado Común del Sur (Mercosur) sigue buscando con denuedo el deseado acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), en un proceso llevado por dos décadas, en cuyo transcurso unas veces parecía acercarse y otras más se alejaba.

En fecha reciente la Comisaria de comercio de la UE, Cecilia Malmström, señaló que la Comisión Europea quiere lograr ese objetivo antes del final del actual mandato directivo y a su entender la última ronda negociadora fue ‘un éxito’.

Luego añadió una verdad de Perogrullo: ‘creo que nuestros amigos del Mercosur tienen muchas ganas de avanzar’.

Pero los buenos propósitos y las lindas palabras son obviamente insuficientes si diferencias de intereses persisten de un lado al otro del Atlántico, en rubros fundamentales para los integrantes plenos del bloque del sur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), tales como la carne, el azúcar y el sector automotriz.

Desde Francia, un miembro clave de la UE, se levantaron fuertes objeciones a partir de que la influyente Federación nacional de los sindicatos explotadores agrícolas (Fnsea) advirtió en un comunicado sobre las consecuencias catastróficas que tendría este acuerdo en la agricultura europea y gala.

Recurriendo a un habitual argumento repetitivo en negociaciones comerciales con África y Asia, la citada organización gremial dijo que ‘Brasil y Argentina, donde los modelos de producción están sujetos a normas ambientales, sociales y fitosanitarias muy inferiores a las vigentes en Francia, se benefician de costos de producción altamente competitivos’.

Plantearon además que los productores franceses que ya tienen dificultades debido a una profunda crisis en el sector, ‘no sobrevivirán durante mucho tiempo frente a importaciones masivas de azúcar, carne de vacuno, pollo o maíz de estos países’.

A su vez la Federación de Productores Bovinos (FNB) que representa a los 82 mil ganaderos franceses, manifestó preocupación porque el acuerdo en discusión prevé que los cuatro países del Mercosur exporten 99 mil toneladas de carne vacuna a la UE cada año sin aranceles, lo cual se sumaría a las 270 mil toneladas que pueden exportar en la actualidad.

En la turbulencia de las discrepancias los impugnadores llegaron al punto de denunciar el presunto uso por productores suramericanos de hormonas de crecimiento y pesticidas prohibidos en la UE.

Dado el cariz que van tomando las diferencias, Malmström pasó del vaticinio cuasi optimista de un cierre de acuerdo a la declaración ambigua de no descartar que las discusiones en curso pasarán al nivel de los políticos en julio.

Hasta aquí la mitad europea de los ondulantes procesos negociadores, la otra mitad tal vez sea lo que una voz autorizada como la del ministro uruguayo de Comercio y Finanza, Danilo Astori, describió de ‘debilidades del Mercosur’.

Según su mirada analítica históricamente Argentina y Brasil se definen como socios estratégicos y si para los uruguayos el Mercosur es imprescindible, no tendría sentido que salieran al mundo sin ningún impulso que les permita, por la vía bilateral o multilateral, alcanzar niveles de integración más importantes.

Pero tal como reconoce con excepción del arranque del bloque allá por los años 1990 y 1991, esta integración no tuvo ni buen funcionamiento ni buen resultado, y los gobiernos anteriores y actuales de Argentina y Brasil optaron por políticas proteccionistas.

En consecuencia Astori les responsabiliza de no haber hecho lo suficiente para obtener acuerdos con la Unión Europea e inclusive de que Uruguay pese a tener una relación estratégica con China y todas las condiciones para lograr un buen acuerdo comercial, no lo ha podido concretar por esas mismas causas.

A continuación pregunta ‘qué va a pasar ahora, tenemos confusión e incertidumbre, aparentemente de Jair Bolsonaro (Brasil) y Mauricio Macri (Argentina) que han anunciado un poco más de flexibilidad’.

Para el experto titular de la economía en los dos últimos gobiernos del Frente Amplio ese señalado anuncio de los vecinos países puede interpretarse como que están pensando solo en ellos o que naciones como Uruguay puedan hacer acuerdos sin que ellos se opongan.

Con ostensibles incertidumbres, el más pequeño de los tres enfatiza en la necesidad de que los integrantes del Mercosur y el bloque mismo como tal tengan acuerdos fuera de la región y para funcionar mejor tiene que haber disposición a conseguirlo con otros bloques y otros países.

Al menos una positiva señal se emitió en Buenos Aires del 6 al 10 de mayo durante la entrada en la fase final de la VIII Ronda de Negociaciones Comerciales entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), integrada por Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza.

Se trata de un proceso iniciado en junio de 2017 con una agrupación que representa un mercado de aproximadamente 14 millones de personas con elevados índices de desarrollo y altos niveles de consumo.

En esta última ronda de negociaciones, se observó un significativo progreso en las áreas de defensa comercial, obstáculos técnicos al comercio y solución de controversias, capítulos cuyos debates fueron concluidos de forma satisfactoria para todas las partes.

Asimismo, el Mercosur presentó ofertas revisadas de servicios e inversiones y compras gubernamentales.

La tratativa del Mercosur con la EFTA es una de las cinco negociaciones comerciales simultáneas que el bloque lleva adelante en este momento, además de con la Unión Europea, Canadá, Corea del Sur y Singapur.

Algunas expectativas esperanzadoras tienen que vislumbrarse para el Mercosur entre evidentes tropiezos y reconocidas debilidades.

*Corresponsal de Prensa Latina en Uruguay.

Artículo anteriorOMC amplía hasta el 14 de junio, plazo para propuestas destinadas al Foro Público 2019
Artículo siguienteAvala Comisión de Asuntos Migratorios PND
Raúl Hernández Rivera En el periodismo desde 1966 en Excélsior, y desde 1971 con el tema de comercio exterior en revista Metrópolis 70 (1971-75), periódicos Uno Más Uno (1979), El Financiero (1983-84), Heraldo de México (1986), El Universal (1986-88), El Economista (1989-91), Asociación de Mexicana de Editores de los Estados (1994-97) y Agencia Mexicana de Información (1997-99). Revistas: de la Comisión Nacional Coordinadora de Puertos (de la Secretaría de la Presidencia de la República en 1976, Mi Ciudad (1982). Técnica y Humanismo (CONALEP en 1982); BARLOVENTO, (propia) sobre comercio exterior y Visión (1992-95). Otras actividades: Impartición de seminarios, cursos y conferencias sobre comercio exterior en el CONALEP SECOFI, Escuela Superior de Economía (IPN), Universidad Autónoma del Estado de México, ENEP Aragón y Acatlán Universidad de Colima y Universidad del Nuevo Mundo. Organizador de 36 viajes de prácticas a los principales puertos marítimos mexicanos. Asistencia a más de 20 diplomados sobre temas económico y político. Realización de 17 estudios especializados en materia de comercio exterior conjuntamente con estudiantes: "Ríos navegables en México", "El envase, empaque y embalaje", "Transporte de carga en FF.CC", "El Impacto de las comunicaciones y los transportes en el área de influencia del puerto de Manzanillo", entre otros. Coordinador del 1°, 2° y 3° Diplomado "El Concepto Integral del Comercio Exterior" en las LVI, LVII y LIX Legislaturas de la Cámara de Diputados. Director del Centro Cultural y Artesanal Xochicalco (1999-2001) desde donde se enviaron a Viena, Austria, seis contenedores de 40 toneladas cada uno de artesanías, beneficiando a más de dos mil artesanos mexicanos. Actualmente escribe los libros: Sobre puertos y marina mercante mexicanos, “Barlovento, crónica del saqueo”; “Maltratados por los Tratados mal tratados”. Una crítica mordaz sobre los tratados, convenios y acuerdos que nuestro país ha firmado en su historia, y “Comercialización, la gran ausente en el comercio exterior mexicano” sobre la carencia de una cultura de comercio exterior.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí