El Cap. Eduardo Meixueiro Mancisidor nos comparte
La Marina Mercante y la de Guerra tienen idénticos intereses que fomentar en vez de divorciarse unos otros, se complementan. Son como dos cuerpos con una sola alma
La Marina Mercante viene a desempeñar un rol importante para el movimiento de cargas de combustible y petróleo de México hacia el mundo, así como también podría llevar infinidad de productos derivados hacia sus países socios, a través de las exportaciones vía marítima.
Cabe destacar que la hoy extinta Compañía Transportación Marítima Mexicana y otras después brindaron a la nación una importancia estratégica para el transporte, comercialización y transferencias de cargas, desde México hacia el resto de América y el Mundo .
La historia relata cómo los países altamente capitalizados de hoy hicieron un esfuerzo por potenciar su actividad mercante en el pasado; pues de esta ha dependido el desarrollo de esas economías. Al quitar estímulos y agregar 2% al activo , empezaron a tronar en 1992, afectó el desarrollo del sector. Posteriormente, la Marina Mercante casi desapareció.
En la mayoría de los países marítimos, la marina mercante lo constituye una flota de buques utilizados para el comercio y el turismo. Estas flotas pueden ser divididas en diversas categorías de acuerdo con su propósito o tamaño: 1 Buques de carga seca, principalmente portacontenedores; 2 Buques especializados, ejemplo: para cargas muy pesadas, para cadenas de frío, para el transporte de vehículos o maquinaria especial; 3 Costeros, barcos más pequeños para cualquier categoría de carga que solo realizan transportes a lo largo de las costas nacionales (cabotaje); 4 Cruceros; 5 Transbordadores, la mayoría una combinación de carga de pasajeros y automóviles, que se utilizan normalmente para rutas regulares entre dos puertos; 6 Tanques para el transporte de combustibles u otros líquidos, como crudo de petróleo, refinado y otros productos petrolíferos, gas licuado (como el gas natural) y productos en estado líquido de diversa índole. El sector de los tanques comprende alrededor de un tercio del tonelaje mundial.
La formación profesional del gremio que agrupa a los oficiales de la Marina Mercante , (oficiales, licenciados e ingenieros náuticos o marítimos) se orientan principalmente a dos menciones: navegación y máquina. Estos profesionales están capacitados para realizar funciones a bordo de las unidades mercantes en las especialidades de operaciones marinas (carga, descarga, navegación y administración del buque) e instalaciones marinas (mantener la operatividad de los equipos de a bordo); cumpliendo con los estándares internacionales exigidos por la Organización Marítima Internacional (OMI). Sus actividades están relacionadas con el comercio de productos vía marítima con el resto de los países del mundo.
Su campo de trabajo abarca hacia las empresas navieras a bordo de buques mercantes; instalaciones portuarias, terminales petroleros; terminales de contenedores, de operaciones portuarias; corretaje marítimo; astilleros navales; capitanías de puertos; pilotaje; administración marítima; transporte multimodal.
El país requirió desarrollar y actualizar un conjunto de ordenamientos jurídicos con la entrada en vigencia Ley General de Puertos; Ley de Pesca y Acuacultura; Ley de Navegación y Comercio Marítimo; y Ley de Zonas Costeras.
En el régimen normativo, la marina nacional comprende a: la Marina Mercante; la Armada; la Marina de Pesca; la Marina Deportiva y Recreacional; y la Marina Investigación.
Las actividades conexas descrita en la Ley, se refieren a: 1 La industria naval de construcción, modificación, desguace, reparación y mantenimiento de buques o accesorios de navegación; 2 Los puertos y marinas, así como su infraestructura; 3 Las entidades destinadas a las actividades de pilotaje, remolcadores y lanchaje; 4 Las entidades destinadas a las actividades de diseño, dragado y mantenimiento de canales, ayuda a la navegación, hidrografía, oceanografía, cartografía náutica y meteorología; 5 Los dedicados a labores de búsqueda, rescate y salvamento; 6 Las empresas de agencia miento naviero y portuario; 7 Los servicios de inspecciones, consultoría y asesores navales; y 8 Los centros educativos que desarrollan programas en la modalidad de educación náutica en los diferentes niveles del sistema educativo.
En la medida en que aumentemos nuestras exportaciones no tradiciones, se abran las posibilidades que empresas internacionales puedan invertir en el mejoramiento de la infraestructura portuaria y hagamos más atractivas las condiciones para que diversos buques que atracan regularmente en nuestros puertos puedan abanderarse con nuestro pabellón nacional podremos potenciar esta actividad estratégica tan importante para nuestro comercio exterior