Ciudad de México, a 11 de noviembre del 2020.- El litio no es petróleo blanco y aún está lejos de ser el petróleo del futuro; sin embargo, preocupan los amagues de nacionalizarlos por parte de algunos actores políticos, coincidieron representantes del sector minero y académicos especializados.
Durante un foro sobre este mineral, Sergio Almazán, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM), lamentó los intentos por estatizar el litio, pues se han hecho sin la suficiente información.
No obstante, el representante del sector celebró que hay voces más prudentes como la de Graciela Márquez, titular de la Secretaría de Economía (SE), que se ha encargado de bajar las expectativas sobre el litio y aterrizarlas a un nivel más realistas.
Almazán resaltó que hasta la fecha aún no se produce nada de litio en México, y lo único que existe son prospectos atractivos, como el caso del proyecto de Bacanora en Sonora.
Según datos presentados durante el foro denominado La verdad sobre el litio en México, el país se ubica en la posición número 12 entre las naciones con las mayores reservas de este mineral que se prevé sea clave en el futuro por el crecimiento de la industria de autos eléctricos, que lo usa para fabricar sus baterías.
Estimaciones reveladas en el mismo evento indican que en 2019 se vendieron alrededor de 2.3 millones de vehículos eléctricos, y para 2025 se estima se llegue a 11.1 millones.
El presidente de la AIMMGM enfatizó en que si bien México tiene potencial, aún no hay nada claro, por lo que lo ideal es no apostarle a un sólo mineral, sino a todo el sector, más aun tomando en cuenta que el país es potencia minera.
Al respecto, Fernando Alanís, presidente de la Cámara Minera de México (Camimex), destacó que la minería representa 2.3 por ciento del Producto Interno Bruto nacional, genera 379 mil empleos directos, ha pagado 131 mil millones de pesos en impuestos en los últimos 4 años, y es el séptimo generador de divisas con 18 mil 700 millones de dólares.
No obstante, dijo, el sector necesita apoyo y certidumbre por parte del gobierno, pues debido a la pandemia, se estima que cierre el año en los niveles de producción que se tenían en 2017, es decir, un retroceso de tres años.
Fuente: La Jornada