México, clave en la relación norte-sur: Ken Salazar

Kenneth Salazar fue secretario del Interior en el gobierno de Barack Obama. Foto La Jornada / Archivo

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Nueva York, Estados Unidos, a 29 de julio del 2021.- Kenneth Salazar, nominado como próximo embajador de Estados Unidos en México, se presentó ante senadores en su proceso de ratificación, donde subrayó que el futuro de ambas naciones está “inextricablemente” ligado y que la relación requiere de ardua y constante búsqueda de cooperación reconociendo la “soberanía” de ambos países. El veterano político de Colorado demostró su talento diplomático al evitar cualquier declaración que pudiera provocar controversia.

En este penúltimo paso antes de su ratificación formal ante el pleno del Senado, Salazar se presentó a una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta donde fue brevemente interrogado por senadores de ambos partidos y donde se espera que su nominación sea aprobada de manera abrumadora, al igual que su eventual ratificación por el pleno, en parte porque fue senador entre 2005 y 2009.

Salazar fue presentado por los dos senadores de Colorado, Michael Bennett y John Hickenlooper, quienes recordaron que su familia tiene raíces históricas de más de cuatro siglos en el suroeste del actual Estados Unidos, de cómo uno de sus ancestros estuvo entre los fundadores de Santa Fe en Nuevo México, cómo fue criado en un pueblito donde la familia no tenía electricidad hasta 1982, cuando se convirtió en el primer hispano en ocupar un puesto electoral estatal –como procurador de Colorado– y cómo después fue el primer senador federal hispano con la excepción de los de Nuevo México; finalmente, fue secretario del Interior en el gobierno de Barack Obama. Resaltaron que durante toda su carrera de servidor público obtuvo amplia experiencia en varios de los temas bilaterales, incluidos migración, comercio, asuntos fronterizos y medio ambiente.

Salazar resaltó que al gobierno de Biden y Kamala Harris “le importan mucho” México y el hemisferio occidental, que este país es clave en la relación norte-sur y que el futuro de ambas naciones “está ligado de manera inextricable” no sólo por razones políticas, sino por historia, migración, economía, seguridad y el anhelo por liberarse de la violencia, todos los cuales se abordarán, afirmó, “trabajando con el gobierno mexicano”.

Enfatizó su objetivo de buscar “sinergia” con México para abordar temas con larga historia como la migración y la cooperación sobre asuntos de seguridad.

Fueron más reveladoras las preguntas de los senadores que las respuestas en ofrecer indicaciones de las preocupaciones y percepciones de México en Washington. El presidente del comité, el demócrata Robert Menéndez, junto con otros de sus colegas, se enfocaron en los niveles de violencia en México, señalando el número “asombroso” de homicidios vinculados con las elecciones recientes –“lo cual no es un sello de la democracia”, afirmó el republicano de más alto rango en el comité, James Risch–, así como el tipo de cooperación que está dispuesto a ofrecer México en la lucha contra el crimen organizado.

El demócrata Tim Kaine expresó su preocupación por el nivel de violencia contra periodistas en México.Otros demócratas señalaron que el año pasado se registró un récord de más de 93 mil muertes por sobredosis en Estados Unidos, gran parte resultado del consumo de opioides y fentanilo que ingresan desde México.

Salazar respondió cautelosamente que muchos de estos son problemas “compartidos” por ambos países, y que se requieren respuestas de cooperación, subrayando que el gobierno de México, al igual que el de Estados Unidos, no quiere estos problemas y desea resolverlos.

El senador republicano Todd Young, al abordar el tema de seguridad fronteriza y migración, preguntó: “¿Por qué parece que el gobierno de México está menos dispuesto a trabajar con el gobierno de Biden que con el de Trump?”

El senador republicano por Texas Ted Cruz expresó su alarma ante “el intento sistemático” y hasta “hostilidad abierta” del gobierno de México para minar a empresas estadunidenses, sobre todo las del sector petrolero, al revertir “la reforma energética liberalizadora”, lo cual consideró viola el T-MEC y se quejó de que cuando él y otros legisladores enviaron una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, éste calificó tales preocupaciones como “poco significativas”. Preguntó a Salazar si como embajador defenderá los intereses de las empresas estadunidenses.

Ante este tipo de interrogantes, Salazar indicó que se abordarán todos los temas por interés mutuo de ambos países, pero recordó que “ellos son soberanos. Yo respeto su soberanía”.

El próximo paso del proceso de ratificación de Salazar es un voto de aprobación en el comité –fuentes legislativas informaron a periodistas que eso aún no tiene fecha, pero que si se prolonga más allá del fin de la próxima semana no sería sino hasta septiembre, ya que el Congreso estará en receso el resto de agosto– para después ser ratificado por el pleno del Senado.

Fuente: La Jornada

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