Ciudad de México, a 18 de agosto del 2021.- El gasto realizado por el gobierno federal en obra pública, ya sea por medio de proyectos directamente ejecutados por alguna de sus dependencias o impulsada para que la realicen terceros, cayó 8.4 por ciento en el primer semestre de este año, respecto al mismo periodo de 2020, la mayor baja en la administración.
Datos de la Secretaría de Hacienda muestran que el gasto en inversión física alcanzó 314 mil 43 millones de pesos entre enero y junio pasados, por debajo de lo registrado en el periodo comparable del año previo, que fue de 326 mil 131.1 millones de pesos.
Los menores recursos en inversión física se reflejaron en distintos rubros. El gasto en infraestructura para salud se redujo 50.7 por ciento, respecto del primer semestre del año pasado, luego de que el año pasado, el inicio de la pandemia obligó la reconversión de instalaciones.
A su vez, el recurso hacia turismo cayó 34 por ciento y el de educación lo hizo 9 por ciento, en ambos casos en comparación con la primera mitad de 2020. Incluso en combustibles y energía, que representó 46.2 por ciento de todo el dinero gastado en obra pública en el primer semestre del año, fue ligeramente menor que en 2020.
La Secretaría de Hacienda reporta que el gasto a combustibles y energía alcanzó 145 mil 643.9 millones de pesos en la primera mitad del año, 0.1 por ciento debajo de lo gastado en el mismo tramo de 2020.
El gasto destinado a hidrocarburos sumó 133 mil 299.5 millones de pesos, 3.4 por ciento arriba de lo registrado en el primer semestre de 2020; mientras en el sector eléctrico sumó 8 mil 905.9 millones de pesos, desplome anual de 33.9 por ciento.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la inversión en infraestructura será una pieza fundamental de la recuperación tras la pandemia, sobre todo por la recuperación del empleo. Agregó que en economías emergentes con alta movilidad e intensidad laboral, se crean alrededor de 35 puestos de trabajo en agua y saneamiento por cada millón de dólares. Mientras en un país con baja movilidad laboral y baja intensidad laboral, ese número se reduce a alrededor de 8.
Fuente: La Jornada
