México necesita importar 550 mil toneladas de pollo en 2019 para cubrir consumo: FIRA

Según el Departamento de Agricultura de EU, la demanda es de 850,000 toneladas; 870,000 para 2020 Productores nacionales dicen poder abastecer mercado interno; piden parar importaciones Comisión de Agricultura del Senado solicita a la SE justifique importaciones o cancele cupos Los cupos son para regular precios y combatir oligopolios: Márquez Colín Hay 500 contenedores varados en puertos mexicanos y SE no aumenta el cupo China demanda más pollo por enfermedad del cerdo; acaparará ofertas

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Por Raúl Hernández Rivera

Ciudad de México, a 21 de octubre del 2019.- Para atender la creciente demanda de consumidores y de la industria procesadora de alimentos nacionales, México, séptimo consumidor mundial, necesita importar 550 mil toneladas de carne de pollo para este año, de acuerdo al “Panorama Alimentario 2019” FIRA*, del Banco de México.

El consumidor mexicano cuya ingesta de proteína animal está basada 56% en carne de pollo por su precio y mejor calidad, representa un mercado atractivo tanto para productores nacionales, como para importadores. Es decir, el consumo per cápita de pollo es dos veces mayor al consumo de carne de cerdo y tres veces mayor al consumo de carne de res. Según la OCDE y la FAO, el consumo por persona de pollo en México es de 28.7 kilogramos al año; consumo menor al registrado en Brasil, Chile, Colombia, Argentina y Perú.

El crecimiento del sector avícola en México, en particular el que corresponde a la producción de carne de pollo, ha sido muy dinámico, afirma el FIRA. En la década reciente, la producción de este tipo de carne creció a una tasa promedio anual de 2.5 por ciento, para ubicarse en un máximo histórico de 3.34 millones de toneladas en 2018. En ese mismo año, la carne de pollo participó con 48 por ciento de la producción de carne en el país, siendo de esta manera la principal proteína animal que se produce en México.

La demanda nacional de carne de pollo en México ha crecido ligeramente por encima de la producción, a una tasa promedio anual de 2.7 por ciento en los últimos diez años. En 2018, el consumo nacional se ubicó en 3.8 millones de toneladas, de las cuales las importaciones representaron 14.0 por ciento. Se estima que durante 2019 el consumo crezca 3.5 por ciento.

Históricamente las importaciones mexicanas de carne de pollo han provenido principalmente de Estados Unidos, que en 2018 participó con 80.9 por ciento de las importaciones totales, mientras que Brasil participó con 17.0 por ciento.

Sin embargo, estas cifras oficiales del Banco de México, no las comparte el senador José Narro Céspedes, presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, quien presentará hoy martes al pleno, un dictamen con punto de acuerdo a fin de exhortar al Ejecutivo Federal a suspender la importación de carne de pollo de Brasil y Estados Unidos, “porque en México hay producción suficiente para abastecer el mercado nacional, además, su precio está controlado y no existen riesgos sanitarios por Gripe Aviar, como ocurrió en el 2012”.

Narro Céspedes señaló que la crisis ocasionada en el 2012 por la Gripe Aviar, provocó que Brasil y Estados Unidos se convirtieran en proveedores de carne de pollo a bajo costo, con precios subsidiados en esos países, lo que se ha convertido en una competencia desleal.

“Hoy, la producción nacional es suficiente para cubrir el mercado y no tenemos riesgos de otra epidemia de esa enfermedad y los precios son estables. Se necesita fortalecer la producción nacional, en lugar de mantener las importaciones, porque hasta llegan a calificar nuestra producción como carne de desecho. Eso no se vale. Los riesgos de alguna enfermedad siempre existen, pero hoy están bajo control de las autoridades sanitarias”, afirmó.

Se deja al productor del campo si el respaldo suficiente y eficiente. El caso del tomate es otro ejemplo. No debe aceptarse la revisión de la aduana norteamericana de cada tráiler, pues abren la caja refrigerada por más de dos horas en detrimento de la calidad del ´producto pues pierde tiempo de anaquel ante el consumidor final, explica Narro.

“Probablemente, la secretaria Márquez tenga mucha voluntad, pero su equipo no le está respondiendo y eso lo tenemos que señalar”. Los productores avícolas mexicanos pueden abastecer el mercado nacional y deben ser apoyados sin restricciones”, remata el Dr. Narro.

Otro punto de vista oficial sobre las importaciones de pollo, lo externó la Secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín el pasado lunes 7 en la conferencia mañanera con el presidente López Obrador, a quien la reportera le cuestionó: ¿Cómo frenar los monopolios de huevo, de pollo y de carne? Miles de niños y adultos han dejado de consumir esta proteína animal por los altos precios…

Y también (saber) si desaparecerá el órgano regulador Cofece, porque la verdad es un órgano autónomo, como usted ha dicho, presidente, de pura simulación. Les levanta multas a estas grandes corporaciones que tienen los monopolios, como Bachoco o Sukarne y la verdad le dan la vuelta, se amparan y no pagan las multas, y además tienen demandas en todo el país.

La secretaria Graciela Márquez Colín, contestó: Son dos temas. El primero, respecto a la estructura oligopólica en algunos mercados de bienes básicos y en general de otros mercados.

Efectivamente, la Cofece está justamente para determinar cuándo hay y cuándo no hay prácticas monopólicas y oligopólicas.

En nuestro caso el instrumento que tenemos para garantizar el abasto a buenos precios son los cupos. Los cupos a nosotros nos permiten, cuando nosotros vemos presiones hacia el alza de los precios y damos un seguimiento puntual a nivel nacional de los básicos, cuando nosotros vemos este aumento al alza, abrimos el cupo.

Abrir el cupo lo que significa es que permitimos la importación de pollo, huevo u otro bien básico, de manera que esa entrada de mercancía nos permite mantener el precio y efectivamente ir regulando los precios oligopólicos.

Sucedió en el pollo, ustedes recordarán que hace aproximadamente unas seis semanas, un poquito más, teníamos un pico en el precio del pollo; abrimos el cupo y bajó. Entonces, el instrumento que tenemos como Secretaría de Economía es el de los cupos.

En cuanto a castigar a los monopolios, es la función de la Cofece.

Pero lo que sí hacemos también es: fortalecemos a parte de la cadena y fortalecemos… nos hemos estado reuniendo con los productores más pequeños, no solo nos hemos reunido con los grandes, sino también nos hemos reunido con los más pequeños y hemos tratado de ver cuáles son sus necesidades en términos de financiamiento, de mejora regulatoria para poder actuar ahí y generar mercados más competitivos. Gracias.

No obstante, en estos momentos hay 500 contenedores refrigerados en Veracruz, Altamira y Manzanillo, detenidos por falta de cupo de importación libre de arancel, provenientes de Brasil. Otros 500 contenedores están por llegar y ya tienen comprador, pero la Secretaría de Economía no ha liberado los cupos, pese a conocer la problemática, tal y como lo manifiesta en la conferencia mañanera.

Ciertamente, como lo afirma el Senador Narro, los funcionarios de la Secretaría de Economía no están haciendo bien su trabajo, porque, los gastos extraordinarios que el importador paga por cada contenedor ante la falta de cupo, elevan considerablemente el precio al consumidor final, dañando su economía. Para empezar, el advalorem es del 75%. Es decir, el valor por contenedor de cortes de pollo (fracción arancelaria 0207.14.99) en aduana es de 1’283,448.00, multiplicado por el 75% de advalorem, son 962,566.00 pesos más.

Hay que agregar la conexión eléctrica por ser refrigerado: 1,650 pesos por día pagado a la terminal desde el primer día. Por almacenaje, después del 7 día, son 1,600 pesos diarios por contenedor. Por demora, aunque los primeros cinco días no se pagan, pero a partir del sexto día, hay que pagar a la naviera 4,100 pesos por día por cada contenedor.

Gastos extraordinarios por día y por contenedor por 30 días.

Día Conexiones Almacenajes Demoras Total v
1 1,650.00 0.00 0.00 1,650.00
2 3,300.00 0.00 0.00 3,300.00
3 4,950.00 0.00 0.00 4,950.00
4 6,600.00 0.00 0.00 6,600.00
5 8,250.00 0.00 0.00 8,250.00
6 9,900.00 0.00 4,100.00 14,000.00
7 11,550.00 0.00 8,200.00 19,750.00
8 13,200.00 1,600.00 12,300.00 27,100.00
9 14,850.00 3,200.00 16,400.00 34,450.00
10 16,500.00 4,800.00 20,500.00 41,800.00
11 18,150.00 6,400.00 24,600.00 49,150.00
12 19,800.00 8,000.00 28,700.00 56,500.00
13 21,450.00 9,600.00 32,800.00 63,850.00
14 23,100.00 11,200.00 36,900.00 71,200.00
15 24,750.00 12,800.00 41,000.00 78,550.00
16 26,400.00 14,400.00 45,100.00 85,900.00
17 28,050.00 16,000.00 45,100.00 93,250.00
18 29,700.00 17,600.00 53,300.00 100,600.00
19 31,350.00 19,200.00 57,400.00 107,950.00
20 33,000.00 20,800.00 61,500.00 115,300.00
21 34,650.00 22,400.00 65,600.00 122,650.00
22 36,300.00 24,000.00 69,700.00 130,000.00
23 37,950.00 25,600.00 72,800.00 137,350.00
24 39,600.00 27,200.00 77,900.00 144,700.00
25 41,250.00 28,800.00 82,000.00 152,050.00
26 42,900.00 30,400.00 86,100.00 159,400.00
27 44,550.00 32,000.00 90,200.00 166,750.00
28 46,200.00 33,600.00 94,300.00 174,100.00
29 47,850.00 35,200.00 98,400.00 181,450.00
30 49,500.00 36,800.00 102,500.00 188,800.00

 

Todos estos gastos los paga el consumidor tarde o temprano, nos dice un operador en los muelles del puerto de Veracruz.

A estos datos, se deben agregar en el portal de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE)   respecto a las denuncias por “práctica monopólica absoluta” presentadas en contra de Bachoco, Avícola Pilgrims Pride de México, S.A. de C.V., Tyson Operaciones, S. de R.L. de C.V., Grupo Pecuario San Antonio, S.A. de C.V., Unión Nacional de Avicultores, personas físicas y Pollo de Querétaro, S.A. de C.V.,  con mutas que suman 30’897,759.54 pesos, registrado en uno de los tres expedientes que consigna en el sito la Comisión, iniciado el 17 de diciembre del 2009, y con fecha de resolución del 11 de agosto del 2016.

En el resumen ejecutivo del “Panorama Agroalimentario del FIRA, se lee: Entre 2008 y 2018 la producción mundial de carne de pollo creció a una tasa promedio anual de 2.7 por ciento, para ubicarse en un volumen máximo histórico de 95.5 millones de toneladas. En Rusia e India se registraron los mayores ritmos de crecimiento de la producción, con tasas promedio anuales de 8.5 y 6.3 por ciento, respectivamente. De acuerdo con las proyecciones del USDA, la producción durante 2019 podría ubicarse en 98.3 millones de toneladas, lo que representaría un crecimiento anual de 3.0 por ciento.

Los principales productores en 2018 fueron Estados Unidos (20.3 por ciento), Brasil (14.0 por ciento), Unión Europea (12.8 por ciento) y China (12.3 por ciento).

El consumo mundial ha mantenido un comportamiento similar que el de la producción; en 2018 se ubicó en un máximo histórico de 105.6 millones de toneladas. Se espera que en 2019 se incremente 3.0 por ciento para ubicarse en 108.8 millones de toneladas. Los cuatro principales productores son también los más importantes consumidores de carne de pollo.

Cabe destacar que el consumo per cápita promedio mundial de carne de pollo es de 14.2 kg al año, superior al de la carne de cerdo (12.3 kg) y de la carne de res (6.54 kg). Entre los principales consumidores, destaca el consumo per cápita en Estados Unidos y Brasil, cuyo consumo anual rebasa los 40 kg anuales.

En 2018 fueron comercializadas en el mercado internacional 11.2 millones de toneladas, es decir, 11.8 por ciento de la producción mundial. Se estima que en 2019 las exportaciones totales se incrementen 3.2 por ciento. Las exportaciones se encuentran altamente concentradas: Brasil (32.8 por ciento), Estados Unidos (28.9 por ciento) y Unión Europea (12.7 por ciento), principalmente, mientras que las importaciones son más diversificadas, lideradas por Japón (11.5 por ciento) y México (8.8 por ciento).

De acuerdo con la OCDE y la FAO, el precio de la carne de pollo en el mercado internacional durante 2018 registró una disminución de 6.1 por ciento con respecto a los precios observados en 2017. Se estima que durante 2019 el precio registre una reducción marginal de 0.2 por ciento, lo cual podría atribuirse principalmente al incremento de la oferta.

El crecimiento del sector avícola en México, en particular el que corresponde a la producción de carne de pollo, también ha sido muy dinámico. En la década reciente, la producción de este tipo de carne creció a una tasa promedio anual de 2.5 por ciento, para ubicarse en un máximo histórico de 3.34 millones de toneladas en 2018. En ese mismo año, la carne de pollo participó con 48 por ciento de la producción de carne en el país, siendo de esta manera la principal proteína animal que se produce en México.

La demanda nacional de carne de pollo en México ha crecido ligeramente por encima de la producción, a una tasa promedio anual de 2.7 por ciento en los últimos diez años. En 2018, el consumo nacional se ubicó en 3.8 millones de toneladas, de las cuales las importaciones representaron 14.0 por ciento. Se estima que durante 2019 el consumo crezca 3.5 por ciento.

Históricamente las importaciones mexicanas de carne de pollo han provenido principalmente de Estados Unidos, que en 2018 participó con 80.9 por ciento de las importaciones totales, mientras que Brasil participó con 17.0 por ciento.

Respecto a la producción mundial de pollo, el documento citado refiere: La producción mundial de carne de pollo creció a una tasa anual de 2.0 por ciento en 2018, al ubicarse en un máximo histórico de 95.5 millones de toneladas. De acuerdo con los pronósticos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se estima que en 2019 la producción se ubique en 98.4 millones de toneladas, lo cual representaría un incremento anual de 3.0 por ciento. China e India serían los países con mayor crecimiento en su producción.

Estados Unidos es el principal productor de carne de ave del mundo, con un total de 19.3 millones de toneladas en 2018, es decir, 20.3 por ciento de la producción mundial. El USDA proyecta que en 2019 la producción estadounidense crezca 1.0 por ciento.

Brasil es el segundo productor a nivel mundial, con una participación de 14.0 por ciento en 2018. Se estima que en 2019 su producción se incremente 2.1 por ciento. Factores macroeconómicos favorables, principalmente expectativas de crecimiento del PIB, así como una perspectiva de baja inflación podrían mejorar el ingreso de la población y, por lo tanto, soportar el crecimiento del sector avícola.3

El bloque de la Unión Europea destaca como el tercer productor mundial de carne de pollo; su contribución a la producción mundial en 2018 fue de 12.8 por ciento. De acuerdo con el USDA, en 2019 su producción se podría incrementar 2.3 por ciento a tasa anual. Uno de los factores que ha dado soporte al crecimiento de la producción en la región es la creciente demanda de este cárnico en comparación con otros tipos de proteína animal como la carne de cerdo y de res, principalmente por su menor precio y por su fácil forma de preparación. 4

En China, la producción de carne de pollo en los últimos diez años registró una ligera tendencia a la baja, debido en parte al brote de influenza aviar ocurrido durante 2016 y 2017, lo que provocó una disminución en la producción. Actualmente, el sector avícola en China muestra una importante recuperación. Se estima que en 2019 la producción se incremente 8.1 por ciento, con lo cual podría producirse un volumen de 12.7 millones de toneladas, por lo cual desplazaría a la Unión Europea de la tercera posición en la producción mundial. El incremento en la producción en China puede explicarse en parte por el brote de la Peste Porcina Africana (PPA), factor que afectado sensiblemente la producción de carne de cerdo y además ha influido en la decisión de los consumidores en preferir la carne de pollo.

Es importante destacar la referencia del “Panorama Agroalimentario del FIRA, respecto a la Peste Porcina Africana, pues el consumidor chino está buscando otra fuente de proteína animal y muy pronto veremos escases de carne de pollo y, obviamente encarecimiento en el mercado doméstico.

Si bien es cierto, los productores mexicanos hacen esfuerzos para aumentar la producción y abastecer el mercado interno, como Bachoco al modernizar todas sus en el país, con nuevo equipo para un sacrificio de las aves más humano, no es factible a corto plazo prescindir de las importaciones, pues se corre el peligro de perder oportunidades de mercado, como el de Brasil. Por lo pronto, más de 300 contenedores de los 500 estacionados en los puertos mexicanos por no poder ingresar al mercado mexicano por falta de cupos, han sido reasignados a otro destino.

En la embajada de Brasil, un empleado que pidió el anonimato, mencionó la protesta del personal encargado del intercambio comercial, calificando a los funcionarios mexicanos, como muy conflictivos y con falta de conocimiento en materia comercial. Bachoco, Pilgrims, han importado pollo cuando no alcanzan a cubrir sus compromisos en el mercado interno. Es visible la intención de los productores mexicanos, quienes a pesar de saberse incapaces para cubrir al 100 % el mercado nacional, buscan el control total para encarecer el producto. Eso no les ayuda en nada, sobre todo, cuando estalle la gran demanda china.

El documento referido del Banco de México, ilustra un poco lo afirmado por el economista brasileño, pues expone datos del consumo mundial de carne de pollo: En 2018 el consumo mundial se ubicó en 105.6 millones de toneladas; durante los diez años previos creció a una tasa promedio anual de 2.7 por ciento. De acuerdo con las previsiones del USDA, en 2019 podría registrar un incremento anual de 3.0 por ciento, con lo cual la demanda mundial de este cárnico podría alcanzar un máximo histórico de 108.8 millones de toneladas.

De acuerdo con datos de la OCDE y la FAO, el consumo per cápita mundial de carne de pollo en la última década registró un incremento de 15 por ciento. Dicho crecimiento fue superior al registrado en el consumo de las carnes de res y de cerdo. Actualmente, el consumo per cápita mundial de carne de pollo se estima en 14.2 kg por persona por año y se estima que podría incrementarse 5.5 por ciento en la próxima década.

Entre los principales consumidores, destaca el consumo per cápita en Estados Unidos y Brasil, cuyo consumo anual rebasa los 40 kilogramos y representa aproximadamente tres veces el consumo promedio mundial; Rusia y México tienen un consumo per cápita que duplica al del promedio mundial.

De acuerdo con datos de la OCDE y la FAO, el consumo per cápita mundial de carne de pollo en la última década registró un incremento de 15 por ciento. Dicho crecimiento fue superior al registrado en el consumo de las carnes de res y de cerdo. Actualmente, el consumo per cápita mundial de carne de pollo se estima en 14.2 kg por persona por año y se estima que podría incrementarse 5.5 por ciento en la próxima década.

Entre los principales consumidores, destaca el consumo per cápita en Estados Unidos y Brasil, cuyo consumo anual rebasa los 40 kilogramos y representa aproximadamente tres veces el consumo promedio mundial; Rusia y México tienen un consumo per cápita que duplica al del promedio mundial.

Estados Unidos es el principal consumidor de carne de pollo, con una demanda de 19.8 millones de toneladas en 2018, es decir, 18.8 por ciento del total mundial. Uno de los factores que ha favorecido el incremento en la demanda de este cárnico es el elevado consumo de pechuga y alas por parte de la industria procesadora de comida rápida. Estados Unidos registra el consumo per cápita más alto en el mundo, con 49 kg anuales por persona.

El USDA proyecta que en 2019 la demanda estadounidense de carne de pollo crezca a una tasa anual de 0.9 por ciento, para ubicarse en 20.0 millones de toneladas.

Otro consumidor importante es Brasil, con una participación de 12.6 por ciento del total mundial en 2018. El consumo en este país creció a una tasa promedio anual de 2.0 por ciento durante los últimos diez años, para ubicarse en 13.6 millones de toneladas. El USDA estima que en 2019 el consumo en Rusia crezca 2.1 por ciento, impulsado tanto por una perspectiva favorable de crecimiento económico, el cual permitirá mejorar los ingresos de los consumidores, así como por una expectativa de precios más competitivos para la carne de pollo, debido a una mayor oferta en el mercado interno.

Con un consumo estimado de 12.9 millones de toneladas, la Unión Europea es el tercer consumidor mundial de carne de pollo. Reino Unido es el principal consumidor en la región, con 19 por ciento del total 6, le siguen en orden de importancia Alemania, Francia, España, Polonia e Italia, cuyo consumo es superior a 1.1 millones de toneladas en cada país. Se estima que en 2019 el consumo en la región crezca 2.3 por ciento a tasa anual, debido a la preferencia de los consumidores por la carne de pollo en lugar de la carne de res y la carne de cerdo.

Aunque en la última década se registró un decremento marginal en el consumo de carne de pollo en China, se estima que durante 2019 esta tendencia se revierta y se observe un importante incremento en el consumo de esta proteína animal, que podría ser de 9.8 por ciento. Lo anterior, como resultado de la preocupación por parte de los consumidores por los recientes brotes de la Peste Porcina Africana, factor que podría impulsar un mayor consumo de carne de pollo en detrimento del consumo de carne de cerdo 7 . De acuerdo con estimaciones del USDA, el consumo de este último tipo de carne podría reducirse 9.0 por ciento durante 2019.

Comercio internacional

En la última década, el comercio internacional de carne de pollo creció anualmente 2.9 por ciento en promedio. En 2018 fueron comercializadas en el mercado internacional 11.2 millones de toneladas, es decir, 11.8 por ciento de la producción mundial. Se estima que en 2019 las exportaciones totales se incrementen 3.2 por ciento.

De acuerdo con las estimaciones de la OCDE y la FAO, se prevé que en la próxima década las exportaciones crezcan anualmente en 1.9 por ciento, con lo cual hacia finales de 2028 podrían comercializarse alrededor de 16.9 millones de toneladas.

Brasil, el principal exportador de carne de pollo, con una participación de 32.8 por ciento del total en 2018, comercializa en el mercado internacional alrededor de 28 por ciento de su producción.

El 95 por ciento de las exportaciones de Brasil corresponde a pollo entero y en partes, mientras que 5% corresponde a productos preparados. Sus exportaciones se concentran en diez países, que representan alrededor de 70 por ciento de su mercado, entre los que destacan Arabia Saudita, China, Japón, la Unión Europea y Sudáfrica.8 En 2018, Brasil destinó 12.4 por ciento de sus exportaciones a Arabia Saudita.

Se estima que las exportaciones brasileñas de carne de pollo en 2019 crezcan 2.4 por ciento. Uno de los factores que podría favorecer esta expectativa es el reciente acuerdo con China, el cual pone fin a la disputa sobre dumping interpuesto por el gigante asiático; dicho acuerdo entró en vigor a partir de febrero de 2019 y permitirá a Brasil exportar a un precio mínimo de referencia. Adicionalmente, nuevas plantas en Brasil fueron certificadas para poder exportar hacia China.

Otros exportadores importantes de carne de pollo son Estados Unidos y la Unión Europea. En 2018, Estados Unidos exportó 16.8 por ciento de su producción. Se estima que en los próximos años sus ventas al exterior sigan en crecimiento debido a una mejor eficiencia productiva, caracterizada por periodos más cortos de engorda y por el uso de menor alimentación, así como por la mejora en los ingresos y el crecimiento de la población en los mercados destino de sus exportaciones.

En 2018, Japón participó con 11.5 por ciento de las exportaciones mundiales de carne de pollo. La mitad de las importaciones de este país corresponde a carne fresca o congelada, mientras que la otra parte corresponde a productos procesados. Tailandia y Brasil son los principales proveedores de Japón; las importaciones provenientes de estos dos países representan más de 80 por ciento del volumen total. En 2018, Japón abasteció 39 por ciento de su consumo interno a través de importaciones.

Durante 2018, México importó 820 mil toneladas de carne de pollo, es decir, 8.8 por ciento de las importaciones mundiales. Más de 80 por ciento de ese volumen provino de Estados Unidos, y consiste principalmente de alas, piernas, muslos y carne deshuesada. Otro proveedor importante para México es Brasil, quien recientemente ha incrementado su participación en el mercado mexicano.

Por lo que respecta a la producción primaria, desarrollo del sector avícola en México, que comprende principalmente la producción de carne de pollo, carne de guajolote y producción de huevo para plato, ha sido de gran relevancia en la actividad pecuaria nacional. Durante 2018, estas actividades en su conjunto participaron con 36.6 por ciento del valor de la producción pecuaria del país.

La producción de carne de pollo es la segunda actividad en importancia como generadora de valor entre las actividades pecuarias; en 2018 aportó 23.7 por ciento de valor total de la producción pecuaria nacional, la cual se estimó en 451,566 millones de pesos. El valor de la producción de la carne de pollo solo fue superada por la ganadería bovina para producción de carne, cuya aportación al valor de producción pecuaria fue de 29.8 por ciento.

Durante 2018, la producción de carne de pollo se ubicó en un máximo histórico de 3.34 millones de toneladas, es decir, registró un incremento anual de 3.9 por ciento. Dicho crecimiento fue superior al promedio anual registrado en los últimos diez años, de 2.6 por ciento.

De acuerdo con datos del SIAP-SADER, el inventario nacional de aves para producción de carne al cierre de 2017 fue de 353.9 millones de cabezas. En los estados de Veracruz, Querétaro y Aguascalientes se concentró el mayor número de aves, en conjunto, 34.5 por ciento del total.

En términos de volumen, la carne de pollo es la de mayor importancia entre los cárnicos producidos en México; con 107,162 millones de pesos en 2018 representó 48.1 por ciento del total, seguida por la carne de bovino con 28.5 por ciento y la carne de porcino con 21.6 por ciento.

De acuerdo con datos de la Unión Nacional de Avicultores (UNA),se estima que la producción nacional de carne de pollo continúe en constante crecimiento en los próximos años. Por su parte, el USDA pronostica un incremento en la producción de 3.3 por ciento en 2019, que podría estar soportado por factores como la modernización de las granjas avícolas, mejoramiento en las medidas de bioseguridad para prevenir el brote de enfermedades y la incorporación de nuevas tecnologías al proceso productivo.

La producción de pollo en México también seguirá dependiendo en gran medida de las importaciones de granos para la elaboración de alimentos, ya que la producción nacional aún no logra satisfacer las necesidades de la industria procesadora de alimentos balanceados. Se estima que la industria avícola consume poco más de 50 por ciento del total de los alimentos destinados a la ganadería.

Jalisco, Veracruz, Aguascalientes, Querétaro y Durango son las entidades que encabezan la producción de carne de pollo, su producción conjunta durante 2018 representó más de 50 por ciento del volumen nacional.

En 2018, después de quince años en los que Jalisco había destacado como la principal entidad productora, Veracruz se posicionó nuevamente como el líder en la producción nacional. En esta entidad la producción creció a una tasa anual de 9.7 por ciento, mientras que en Jalisco creció 4.2 por ciento.

Uno de los factores que explica el importante incremento de la producción en Veracruz, es la llegada de nuevas inversiones de importantes grupos avícolas como Bachoco y Pilgrims,

además de la expansión que ha tenido en la entidad Grupo Pecuario San Antonio, principal operador en el estado con presencia en 14 entidades del centro, sur y sureste de México y con una producción mensual estimada de seis millones de aves.

Crecimiento del consumo nacional

En los últimos cinco años, el consumo de carne de pollo en México creció a un ritmo superior que el de la producción. En 2018, el consumo se ubicó en 3.8 millones de toneladas y la producción en 3.3 millones de toneladas, lo que significa un déficit de alrededor de 500 mil toneladas.

De acuerdo con datos del SIAP-SADER, se estima que durante 2019 el consumo de este cárnico en México se incremente 2.7 por ciento, con lo cual la demanda nacional de pollo podría ubicarse en 3.9 millones de toneladas.

Para complementar la producción nacional, México ha recurrido a las importaciones, que en los últimos cinco años se han ubicado en un promedio de 500 mil toneladas y han representado alrededor de 14 por ciento del consumo nacional.

Otro factor que ha favorecido las importaciones de pollo, es el establecimiento de un cupo por 300 mil toneladas a partir del 2013, mismo que ha permitido el ingreso de pollo libre de arancel, principalmente de Brasil, que en 2018 abasteció 17 por ciento de las importaciones mexicanas de carne de pollo.

De acuerdo con datos de la OCDE y la FAO, el consumo per cápita de pollo en México es de 28.7 kilogramos por persona por año; dicho consumo es menor al que se registra en países como Brasil, Chile, Colombia, Argentina y Perú. En comparación con otros tipos de carne, el consumo per cápita es dos veces mayor que el consumo de carne de cerdo y tres veces mayor que el consumo de carne de res en México. Así, el consumo de carne de pollo en México representa 56 por ciento del consumo total de carnes.

Se estima que durante la próxima década, el consumo de carne de pollo se incremente anualmente en 0.4 por ciento, con lo cual hacía finales de 2028, dicho consumo podría alcanzar los 30 kilogramos por persona por año.

A pesar de la dinámica que presenta el sector avícola actualmente, la creciente demanda tanto de consumidores como de la industria procesadora de alimentos no se ha podido abastecer en su totalidad con la producción nacional, por lo tanto, México tienen la necesidad de importar carne de pollo para cubrir los requerimientos del mercado nacional.

De acuerdo con datos del Sistema de Información Arancelaria Vía Internet (SIAVI) de la Secretaria de Economía, en 2018 se importaron 526 mil toneladas de carne de pollo, con un valor total de 592.2 millones de dólares.

Se estima que durante 2019 el volumen de las importaciones se incremente 5.8 por ciento, para ubicarse en 550 mil toneladas. El 24 de mayo de 2019, la Secretaría de Economía publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el monto adicional del cupo para importar carne de pollo libre de arancel; dicho incremento fue de 55 mil toneladas, las cuales se suman a las 300 mil toneladas del cupo vigente.13

El cupo agregado para importar carne de pollo libre de arancel comprende del 16 de mayo de 2013 al 31 de diciembre de 2019. La apertura del cupo tiene su origen en las contingencias sanitarias de influenza aviar de alta patogenicidad que iniciaron a mediados de 2012 y afectaron los niveles de producción de huevo y pollo en diversos estados del país, con el fin de garantizar el abasto de carne de pollo y con ello desincentivar un incremento de precios y la consecuente afectación al poder adquisitivo de la población.

La ampliación del cupo se hizo considerando que de acuerdo con los Informes de la Situación Zoosanitaria Nacional 2019 del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), existe influenza aviar de baja prevalencia en 21 Estados de la República Mexicana, y que actualmente derivado de los recientes brotes de Newcastle, se encuentra prohibida la importación a México de mercancías aviares cuando procedan de los condados de Los Ángeles, San Bernardino, Riverside y Ventura, en el estado de California, y del Condado de Utah en el estado de Utah, Estados Unidos.

Históricamente, Estados Unidos ha sido el principal proveedor de las importaciones mexicanas de carne de pollo. A partir de la apertura del cupo de importación en 2013, las importaciones provenientes de Brasil se han incrementado considerablemente, al pasar de 293 toneladas en 2013 a 89.6 miles de toneladas en 2018. Así, la participación de mercado se incrementó de 0.1 a 17.0 por ciento. México importa de Brasil carne congelada, principalmente pechugas y en menor proporción carne deshuesada.

De acuerdo con datos de SIAP-SADER y SIAVI, durante 2018 se registró un saldo deficitario de 589 millones de dólares en las importaciones de carne de pollo, en términos de volumen el saldo fue de 523 mil toneladas y se estima que dicho déficit se incremente 5.9 por ciento durante 2019.

De acuerdo a comunicados de prensa de la Unión Nacional de Avicultores (UNA)s de

Según las estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, ellos seguirán siendo nuestro principal proveedor del producto avícola; sus ventas representan más del 80% de las compras al extranjero que México realiza de dicha proteína

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), para finales de este año nuestro país importará un total de 850,000 toneladas de carne de pollo, lo que supone un aumento de 5.1% sobre las 808,722.95 toneladas reportadas por la Unión Nacional de Avicultores (UNA) en 2018.

Cabe mencionar que según la información de la UNA, esta cifra correspondiente al año pasado proviene de la combinación de las compras al extranjero de la carne y las pastas de pollo —que en su mayoría son adquiridas por industriales—, lo que equivale al 85.6% de las importaciones avícolas que México realiza, el resto está conformado por carne de pavo.

Las cifras de la USDA reflejaron que los envíos de esta proteína proveniente de Estados Unidos representarán 86% de lo comprado por nuestro país; mientras que Brasil, cuya participación se ha incrementado 77% desde 2019, aportará el 12.7%.

Para 2020, el USDA estimó que las importaciones del cárnico avícola se elevarán 2.3%, llegando hasta las 870,000 toneladas.

En el caso de la ingesta, la oficina estadounidense encabezada por Sonny Perdue, pronosticó que en 2019 en México se consumirán 4.4 millones de toneladas de carne de pollo, versus las 4.1 millones t. registradas el año pasado por la UNA.

En el primer informe del gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló: Con fin de garantizar el abasto y contribuir a la estabilidad de precios en beneficio de la población, para 2019 continuaron en operación los cupos de importación de carne de pollo, carne de res, carne de cerdo, filetes de pescado, arroz, cebolla, limón, frijol y leche en polvo, esto de acuerdo con datos del Primer Informe de Gobierno.

En el documento, se detalla que en el caso del agotamiento del cupo de pollo por 300 mil toneladas en mayo de 2019, el 24 de dicho mes, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el acuerdo que modifica algunos lineamientos para importar carne de pollo, estableciendo en este caso un monto adicional de 55 mil toneladas

En opinión de un vendedor de pollo de muchos años localizado en las inmediaciones del metro Salto del Agua, las importaciones si afectan a los vendedores como él. Cuando llegan con pura pechuga, la pierna y muslo tienen que bajar.

Cuando abastecen a las cadenas de centros comerciales, también afecta a los productores, incluidos los grandes. Por esa razón los productores nacionales tienen que defenderse con mañas para prevalecer en el mercado.

Otros, porque también los hay, como las cadenas comerciales, expenden el pollo con engaños. Uno de ellos, el más socorrido, es ofertar la “pechuga bola”. Como viene envuelta en plástico,  la gente piensa que es una pechuga muy grande, y no es cierto, porque le meten la rabadilla que es puro desperdicio y se vende muy barata, pero se la dan al precio de “oferta” del apechuga. Generalmente es el 30% de lo que usted quiere comprar y es puro desperdicio de pollo.

También hidratan el pollo cuando le quitan las plumas. El proceso es muy sencillo. Cuelgan a los pollos de las patas en la cadena que hace un recorrido como de 20 minutos. El primer paso, es hacer que el animal abra el pico para cortar una vena que tiene en el cuello, y dejarlo que se desangre.

Más adelante del recorrido, hay unas tinas con agua caliente, como a 50 grados centígrados. Los sumergen un rato y luego salen para ingresar a una parte en donde les quitan las plumas mecánicamente. Son unas como aspas que rallan el cuerpo del pollo. Hay tres tipos  de peladoras, una para quitarle las plumas de la pechuga, otra para piernas y muslo y otra para el resto de cuerpo.

Posteriormente, los meten a otro recipiente de agua pero esta vez con hielos. De esa forma se hidrata el pollo, llega a pesar 200 a 300 gramos más.

Al calentarse a altas temperaturas, la piel se abre y entonces entra agua. Cuando lo ingresan al agua fría con hielos, los poros se cierran y conservan el agua.

Por eso, cuando usted los cose, las piezas de pollo se hacen chicas.

Lamentablemente, el gremio de los polleros, como el de muchos otros, está muy desunido y no podemos defendernos.

Solicitamos opiniones de varios comercializadores de pollo respecto al cupo, y esto es lo que nos dijeron:

En mayo de 2013 se apertura el cupo de importación por 300 mil toneladas para importar carne de pollo con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2019, el cual queda agotado en marzo de 2019.

  • El 24 de mayo de mayo de 2019 se publica una ampliación de volumen por 55 mil toneladas extras que se agotan en septiembre de 2019, y se publica un remanente de estas 55 mil en el mes de octubre que comprendía aproximadamente 4,400 toneladas que al día de hoy han quedado prácticamente agotadas.
  • El acuerdo favorece el abasto suficiente ante los riesgos sanitarios latentes. La prevalencia de enfermedades como la influenza aviar y Newcastle, afectan tanto a las aves de traspatio como a las productoras y representan un riesgo mientras no se logre su erradicación.
  • Ayuda a garantizar la accesibilidad de la proteína de pollo al consumidor mediante la estabilidad de precios, al ser esta la de mayor consumo per cápita en México.
  • Permite la reducción de la dependencia comercial de un sólo país (problemas geopolíticos, sanitarios, meteorológicos, etc.); actualmente sólo EUA y Chile cuentan con acuerdos comerciales y sanitarios que les permite ser proveedores.
  • A pesar de que la producción nacional ha crecido en los últimos años, aún no ha sido suficiente para abastecer el consumo de cortes de pollo que demanda el consumidor y la industria (Piernas, muslos, pechuga, alas, MDM).
  • Los cupos son un mecanismo racional que han sido utilizados responsable y únicamente para complementar la oferta.
  • La producción ha logrado acercarse a los incrementos demandados por el consumo, evidenciando el hecho de que la producción ha incrementado independientemente del uso de las importaciones. No obstante, la brecha no ha logrado cerrarse, pues existe un 20% que la proveeduría nacional no alcanza a abastecer.
  • La implementación del cupo de importación no ha desincentivado el crecimiento de la producción, que en los últimos 5 años se ha incrementado más en comparación con años anteriores al cupo.
  • El cupo sólo sustituye importaciones, no las incrementa. Las importaciones realizadas bajo el régimen del cupo se enfocan en partes específicas del pollo que en México no se producen en suficiente cantidad, ya que la producción mexicana se enfoca en pollo entero o vivo. Así mismo, la participación de éstas dentro del consumo, se ha mantenido en la misma proporción (20%) desde hace al menos 5 años.
  • Posterior a la publicación del cupo, los precios al interior del país de partes específicas del pollo se han estabilizado, puesto que crecen a tasas menores a las reportas antes de implementar este instrumento
  • La diversificación de mercados permite establecer un mejor control de riesgos sanitarios ante posibles contingencias tanto a nivel nacional como mundial, y permite reducir la dependencia comercial de un sólo país proveedor.

Finalmente, el estudio termina: En el mediano plazo, se estima que los precios sigan estando afectados por factores tanto macroeconómicos como zoosanitarios, entre los que destacan fluctuaciones en el tipo de cambio, variaciones en los precios de los energéticos, inflación, volatilidad en los precios internacionales de los granos y oleaginosas, cambios en la demanda, así como nuevos brotes de influenza aviar. Así, de acuerdo con las expectativas de la OCDE y la FAO, el precio al productor de pollo en México mantendrá tendencia al alza durante los próximos años.

 

 

*Los FIRA, son cuatro fideicomisos públicos que tienen el carácter de entidades de la Administración Pública Federal, en los que funge como fideicomitente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y como fiduciario el Banco de México, cuyo fin es facilitar el acceso al crédito por medio de operaciones de crédito y descuento, así como el otorgamiento de garantías de crédito a proyectos relacionados con la agricultura, ganadería, avicultura, agroindustria, pesca y otras actividades conexas o afines que se realizan en el medio rural.

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