Enrique Dussel Peters.
(02-12-2020).- En los últimos días China ha sentado nuevas condiciones globales en cuanto a la cooperación, el intercambio comercial y de inversiones globales de forma puntual y “agresiva”: después de haber celebrado la quinta sesión plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista de China a finales de octubre, apenas el 22 de noviembre Xi Jinping anunció que China está “considerando activamente” su integración al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés). El CPTPP, implementado desde diciembre de 2018, cuenta con 11 miembros -incluyendo Canadá y Japón, así como tres países latinoamericanos: Chile, México y Perú- y cobró dinamismo bajo la Administración de Obama como “muro ante la amenaza china”, aunque en una de sus primeras decisiones Trump decidió abandonar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y el acuerdo se convirtió en CPTPP o TPP-1.
Adicionalmente, en la reciente reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) -con 10 miembros asiáticos, incluyendo Filipinas, Indonesia y Vietnam-, llevada a cabo en China, el país huésped se comprometió a profundizar el tratado de libre comercio entre los países de ASEAN en su décimo aniversario.
Por mucho el reciente más significativo acontecimiento ha sido la firma de libre comercio de la Alianza Comprensiva Económica Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), el 15 de noviembre, y que constituye por mucho la iniciativa más relevante y a la que China le ha dedicado una década de esfuerzos desde su constitución en 2011. Incluye entre sus 15 miembros a los países de ASEAN, además de Australia, Corea del Sur y Japón, y constituye por mucho el acuerdo de libre comercio más significativo a nivel global. Sus 15 países miembros representan 2,200 millones de habitantes y casi 30% del PIB global. Como otros recientes acuerdos comerciales -y sin lugar a dudas requiere de un detallado futuro análisis- sus capítulos enfatizan reglas de origen regionales para fomentar el comercio y las inversiones intrarregionales de bienes y servicios.
La estrategia de China es consistente con esfuerzos de largo plazo y sienta precedentes de la mayor relevancia para el Presidente electo en Estados Unidos, Joe Biden, quien iniciará su Administración el 20/1/2021; pareciera que China busca en estos meses rápidamente generar nuevas condiciones para la nueva Administración de Biden. Además de definir las bases de mediano y largo plazo para 2025 y 2035 en los debates iniciales sobre el 14 Plan Quinquenal para 2021-2025 y sentar metas para 2035 con el objetivo de “llegar al nivel de los países medianamente desarrollados” con base en su economía de mercado socialista, tan sólo en noviembre de 2020 logró un acuerdo de libre comercio con 15 países (RCEP) y “lanzar un anzuelo” a los 11 miembros del CPTPP, incluyendo a México.
El trasfondo político y geoestratégico no es irrelevante. Biden por el momento no ha declarado su postura definitiva en cuanto al CPTPP, no obstante haber participado activamente durante la Administración de Obama en el TPP. China, ante la incertidumbre, ya se adelantó, poniendo en un embrollo a los 11 miembros del CPTPP, quienes esperan la pronta participación de EU. China, así, ha cambiado la geoeconomía global de un plumazo: no sólo creó la mayor región de libre comercio del mundo vía el RCEP -de pronto el T-MEC y la Unión Europea se quedaron “chiquitos”, aunque con cuotas de mercado más que suficientes para países como México-, sino que requerirá de tomas de decisión relevantes para países como Australia, Corea del Sur, Japón, México y Vietnam. No obstante serias diferencias con China, países como Australia, Corea del Sur, Japón y Vietnam -históricos aliados de Estados Unidos- sucumbieron ante la relevancia de China y la falta de iniciativa y estrategia de la Administración de Trump, apenas estamos viendo los impactos de cuatro años de Trump.
¿Y México? Bien pudiera buscar participar en el RCEP, tener un liderazgo en América Latina ante su presidencia en el Foro CELAC-China durante 2020 y 2021, ¿será?
Fuente: Periódico Reforma
