Washington, Estados Unidos, a 7 de enero del 2020.- El Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos aprobó hoy el acuerdo comercial entre este país, Canadá y México con 25 votos a favor y tres en contra, pero su ratificación podría demorarse.
No obstante, aún no hay una fecha para su votación definitiva en el Senado, pues la cámara estará a atendiendo el proceso de destitución del presidente Donald Trump.
La organización del juicio está empantanada desde que el 18 de diciembre la Cámara de Representantes (Baja) decidió acusar a Trump por abuso de poder y obstrucción del Congreso.
En diciembre el líder de la mayoría republicana del senado, Mitch McConnel, había advertido que el T-MEC sería puesto a votación del plenario “muy probablemente” después del proceso de Trump. Empero, la semana pasada y ante la falta de indicios sobre cuándo comenzará el juicio, McConnel dijo que el Senado se ocuparía de las “actividades habituales”.
“No había advertido eso hasta ayer y pienso que eso creará un problema”, dijo Grassley, según la publicación Politico.
Si el acuerdo es aprobado en el Senado deberá luego ser homologado por Trump.
“El Senado debe actuar ahora. Estoy convencido que el texto llegará al escritorio del presidente”, declaró por su lado el senador Grassley ante la comisión.
Pero además del juicio, otro factor podría demorar el T-MEC. El acuerdo deberá ser puesto a votación en otras comisiones antes de llegar al Plenario.
Chuck Grassley, republicano y titular de ese grupo legislativo, se refirió en la red social Twitter al gran apoyo a la iniciativa por parte de los colegas de su partido y de los demócratas.
Sin embargo, hasta el momento no existe una fecha para la votación en el pleno de la Cámara Alta, que se pensó inicialmente que podía ser después del juicio político al presidente Donald Trump.
Debido a dicho paso, Trump se convertirá en el tercer gobernante de la historia de Estados Unidos en enfrentar un juicio político en busca de su destitución, que para ocurrir debe tener el respaldo de 67 de los 100 senadores.
Hace cuatro días, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, manifestó que ante la referida indefinición esa entidad legislativa seguirá sus actividades ordinarias.
Esa será la posición si el proceso contra Trump no comienza pronto, expuso el legislador en un discurso en el inicio de las sesiones de la Cámara Alta tras el receso por fin de año.
“El T-MEC traerá una muy necesaria certeza y beneficios reales para los agricultores, trabajadores y compañías estadounidenses”, dijo el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Chuck Grassley, durante la reunión del comité y añadió que el acuerdo comercial cuenta con el apoyo de cientos de organizaciones que representan un amplio sector de la economía.
“La iniciativa que tenemos hoy ante nosotros tiene algo para todos y esto no se puede decir a menudo sobre una ley de implementación”, dijo.
La Cámara de Representantes aprobó el 19 de diciembre el acuerdo comercial casi 10 días después de la firma de un protocolo de enmiendas a su propuesta original.
Tal rúbrica en la capital mexicana, el 10 de diciembre, tras largas negociaciones, dio luz verde a cambios en la versión inicial suscrita en Argentina el 30 de noviembre de 2018, con el fin de crear un mecanismo en sustitución del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, de 1994.
Aquella primera propuesta solo fue ratificada por la nación latinoamericana, y su Senado lo hizo el 18 de junio, lo cual repitió el 12 de diciembre con la última variante.
En la votación en la Cámara Baja estadounidense, de mayoría demócrata, se contabilizaron 385 sufragios a favor y 41 en contra.
Previo a la referida firma en México, los legisladores de la fuerza azul de la Cámara de Representantes y la Casa Blanca anunciaron haber llegado a un entendimiento acerca del convenio, después de que se resolvieron algunas preocupaciones expresadas por los primeros en torno al acuerdo original.
La conciliación entre el Ejecutivo y los demócratas ocurrió cuando se efectuaron cambios como los relacionados con las protecciones ambientales y laborales, y las disposiciones de aplicación del tratado.
Según los tres países, la firma del nuevo tratado tiene una gran importancia pues regula las relaciones comerciales en beneficio de todos.
Canadá ha expresado que su Legislativo ratificará el pacto después de que lo haga Estados Unidos.
Aún se desconoce cuándo votará el pleno del Senado sobre la ratificación del T-MEC para reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 25 años de antigüedad.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, ha indicado que el acuerdo comercial podría ser votado después de que el Senado concluya el juicio político del presidente estadounidense Donald Trump.
Aunque la administración Trump ha promovido el T-MEC como favorable para el crecimiento, un análisis publicado por el Instituto Peterson de Economía Internacional mostró que el acuerdo representa un saldo “negativo neto” para las tres economías.
El T-MEC moderniza las reglas comerciales y refuerza el cumplimiento de derechos laborales y ambientales, pero sus restricciones sobre el comercio, inversión y producción automotrices “dañarán la industria estadounidense”, dijeron los economistas comerciales Mary Lovely y Jeffrey Schott, autores del análisis.
“El objetivo declarado de la administración Trump era garantizar que se fabricaran más automóviles en América del Norte, pero el resultado es justo el opuesto”, dijeron los economistas.
Con información de: Prensa Latina, Xinhua y La Jornada
