Ciudad de México, a 4 de febrero del 2020.- Los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea han manifestado su preocupación ante la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas por ser confusa, sin sustento técnico, ni científico, por no ser compatible con estándares internacionales y sobre todo, porque es una propuesta que no combate la obesidad.
Lo anterior lo señaló el presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria del Consumo (ConMéxico), Jaime Zabludovsky, quien apuntó en conferencia de prensa que los cambios a la Norma causan preocupación no solo al sector empresarial mexicano, sino a los extranjeros que mandan sus productos a México, por considerar que es más estricta que la de Chile.
Reiteró que autoridades de la Secretaría de Economía no escucharon razones sobre el tema, “fue una imposición”, donde no se tomó en cuenta un estudio elaborado por las empresas y tampoco se tomó en cuenta las recomendaciones de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), ni de la Comisión Nacional de Competencia Económica (Cofece).
Según refirió, la Conamer sugiere a la Secretaría de Economía que analice si la estrategia de política pública representa la mejor alternativa para abatir la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población del país.
Más allá, dijo, la exhorta a que, de forma coordinada con otras autoridades competentes en la materia, rediseñe los elementos regulatorios y no regulatorios que componen la política pública.
En el caso de la Cofece, según el directivo, consideró que con el diseño de la Norma, la información en la etiqueta frontal dificultaría al consumidor diferenciar productos de acuerdo con sus propiedades nutrimentales y saludables.
Además, según cita Zabludovski, la NOM 051 distorsionaría las decisiones de consumo, reduciría los incentivos para que las empresas inviertan e innoven en la diferenciación de productos y oferten una mayor calidad y variedad de éstos e, incluso, ser contraproducente a los objetivos perseguidos, lo cual va en detrimento de la libre competencia y concurrencia económicas.
De acuerdo con Jaime Zabludovski, al respecto se han pronunciado los gobiernos de Estados Unidos y los de la Unión Europea, quienes reiteraron que “México no ha explicado cómo el modelo de etiquetado efectivamente atenderá las necesidades nutricionales de los consumidores, si la mayoría de los productos tendrían un sello de advertencia”.
“Los gobiernos han expresado su preocupación por las restricciones a los derechos de propiedad industrial e intelectual, protegidos por los tratados internacionales, así como el impacto de estas medidas en el libre comercio”, añadió el directivo.
En conferencia de prensa por separado, el director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), Fernando Ruiz Huarte, indicó que la NOM afectará al consumo en el mercado mexicano, “porque todo el producto que se importe tendrá que cumplir con la norma del etiquetado”.
Reconoció que los países incluso podrían recurrir a la Organización Mundial de Comercio o invocar al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) si se comprueba que la Norma del etiquetado es una barrera para el comercio.
“Entonces los países podrán demandarnos argumentando que México estableció una Norma para detener importaciones de alimentos de Estados Unidos o de cualquier otro país”, pero “tendrán que demostrar que la norma está deteniendo o perjudicando la venta de productos alimenticios en México”.
Lo que se sabe, dijo, “es que la Norma no ayuda para dar una información suficiente y específica para elegir los productos a consumir o no, y por eso provocará mayores gastos e inversión para la comercialización de los productos alimenticios y su resultado no ayudará a reducir el consumo de aquellos que en determinada medida dañan la salud”.
El directivo confió en que la Norma se analice y se pueda amparar para que la industria alimenticia se desarrolle.
Fuente: Capital Coahula
