Manipulación del Ayuntamiento en datos de emisiones CO₂, lamenta puerto de Barcelona

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Barcelona, España, a 15 enero del 2020.- Las emisiones directas e indirectas de CO₂ de la actividad portuaria de Barcelona representan unas 315,000 toneladas/año, según unos primeros cálculos del puerto de la capital catalana realizados siguiendo las metodologías aceptadas por los expertos a nivel internacional. Esta cifra queda, pues, “muy lejos del dato de más de 5.3 millones de toneladas de emisiones de CO₂ que el Ayuntamiento de Barcelona imputó ayer al puerto en una rueda de prensa de Janet Sanz, teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, y Eloi Badia, regidor de Emergencia Climática y Transición Ecológica”, señala en un comunicado la Autoridad Portuaria.

Según los cálculos realizados por el puerto de Barcelona, de las 315,000 toneladas anuales de CO₂ que provienen de la actividad que se desarrolla en el recinto portuario, 215,000 toneladas proceden de los buques, incluyendo las derivadas del fondeo, maniobra y estancia de estas naves en puerto; alrededor de 80,000 toneladas de CO₂ corresponden al consumo eléctrico de todas las instalaciones que hay dentro del recinto portuario, y las restantes 20.000 toneladas de CO₂ provienen de las emisiones de los vehículos, tanto ligeros como pesados, maquinaria de terminal e industria. Por lo tanto, el puerto de Barcelona “emite 10 veces menos CO2 que la ciudad de Barcelona que, según datos del Ayuntamiento, emite anualmente 3’413,260 millones de toneladas de CO₂”, explica un comunicado del puerto catalán.

El Ayuntamiento atribuye al puerto de Barcelona las emisiones que suman todos los viajes que hacen en sus rutas marítimas internacionales los buques de contenedores, ferrys y cruceros que han operado, en un año, alguna vez en el puerto

“Estos datos contrastan de forma clara con las que ha hecho públicas el Ayuntamiento de Barcelona, unas cifras que suman todos los viajes que hacen en sus rutas marítimas internacionales los buques de contenedores, ferrys y cruceros que han operado, en un año, alguna vez al puerto. Es decir, atribuye al recinto portuario de la capital catalana las emisiones de CO₂ que un buque portacontenedores emite, por ejemplo, cuando atraviesa el Canal de Suez o cuando escala en los puertos del Extremo Oriente. En este sentido, las emisiones de CO₂ que un buque emite en Shanghai y que después de 23 días hará escala en Barcelona no pueden ser computadas como emisiones del puerto de Barcelona. En todo caso, el puerto computa las generadas por este buque mientras está en Barcelona. Ningún método de cálculo riguroso puede atribuir a un solo puerto las emisiones de toda la ruta que hacen los buques que escalan”, remarca la Autoridad Portuaria.

En la gráfica que acompañaba las explicaciones del Ayuntamiento, donde se reflejaba que la ciudad de Barcelona emite anualmente 3’413,260 millones de toneladas, en la columna de emisiones atribuibles al puerto aparecen dos franjas que representan las emisiones de los “buques dentro del ámbito portuario” y las correspondientes a las “actividades portuarias”, que solo ocupan el 6,3% de toda la columna de emisiones atribuibles al puerto. “Èstas serían, en todo caso, las emisiones de CO2 reales imputables a la actividad portuaria que se desarrolla en la capital catalana”, añade el puerto.

En la columna de emisiones correspondientes a la ciudad, “el propio Ayuntamiento de Barcelona reconoce que las emisiones de CO₂ derivadas de la actividad portuaria representan alrededor del 8% de todas las emisiones atribuibles en la ciudad de Barcelona. Es decir, las emisiones de CO₂ en Barcelona derivadas de la actividad portuaria son notablemente inferiores a las emisiones totales de la ciudad”, añade la entidad presidida por Mercè Conesa.

“El Ayuntamiento de Barcelona está imputando a la actividad portuaria las emisiones de todas las cadenas logísticas y de transporte internacionales donde intervienen los buques que han hecho escala en el puerto en un año, por lo tanto, ofrece unas cifras que no reflejan las emisiones directas e indirectas propias de la actividad portuaria y que están dentro del ámbito de actuación del puerto de Barcelona”, continúa la Autoridad Portuaria.

“El puerto de Barcelona tiene un compromiso firme con la sostenibilidad, tanto medioambiental como económica y social, un compromiso que nos ha hecho desarrollar en los últimos años numerosos proyectos para descarbonizar la actividad portuaria y reducir a mínimos las emisiones perjudiciales para la salud de los ciudadanos”, según la entidad.

“En este sentido -señala el comunicado de la Autoridad Portuaria-, hay que recordar que la estrategia intermodal impulsada por el puerto de la capital catalana a favor del transporte ferroviario y del transporte marítimo de corta distancia ha reducido un 76% los impactos negativos -contaminación atmosférica, calentamiento global, ruido, accidentes, congestión y coste de la infraestructura- respecto del que habría supuesto el mismo volumen de carga transportado por carretera”.

Las emisiones directas e indirectas de CO₂ de la actividad portuaria de Barcelona representan unas 315,000 toneladas/año. Esta cifra queda, pues, “muy lejos del dato de más de 5.3 de toneladas de emisiones de CO₂ que el Ayuntamiento de Barcelona imputó ayer al puerto en una rueda de prensa

Por otro lado, “en el 2014 el puerto de Barcelona puso en marcha, conjuntamente con terminales y otros operadores, el proyecto BCN Zero Carbón, que consiste en inventariar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de las actividades estrechamente relacionadas con el paso de las mercancías por el puerto, reducirlas al máximo y compensar las que no lo puedan ser, con el objetivo de conseguir un puerto neutro en emisiones”.

“El puerto de Barcelona ya trabaja desde hace tiempo en todas las demandas que el Ayuntamiento de Barcelona hizo ayer en relación a una mayor sostenibilidad medioambiental de la actividad portuaria y en otros proyectos: electrificación de muelles para conectar los buques durante su estancia en puerto; generación de energía renovable fotovoltaica y eólica en el recinto portuario; promoción de combustibles de movilidad de cero emisión para la movilidad de las mercancías; impulso de los cruceros de puerto base; construcción de los nuevos accesos ferroviarios o la incorporación de planes de reducción de emisiones en los planes de futuro del puerto de Barcelona”, afirma la infraestructura catalana.

En estos momentos, el puerto de Barcelona está en disposición de lograr en 2030 la reducción de, como mínimo, el 50% de las emisiones de GEI directas e indirectas.

“El puerto de Barcelona pide al Ayuntamiento que rectifique ya  que está posando en cuestión una actividad que genera 41,000 puestos de trabajo y el 1.7% del PIB de Catalunya”, concluye la Autoridad Portuaria.

Fuente: El Canal Marítimo y Logístico

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