Como pulgas

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Barlovento

Como pulgas

Por Raúl Hernández Rivera

Servicios Portuarios de Veracruz (Serpover), empresa creada en 1973 luego de la unión de los diversos sindicatos que operaban en el puerto promovida por Luis Echeverría Álvarez, sigue hoy en disputa después de más de 28 años de la “Operación Corsario” con la que Carlos Salinas inició la privatización de lo servicios portuarios a la carga y a los buques en perjuicio de los productores mexicanos, corsario lector.

Lamentablemente, ahora son los mismos trabajadores portuarios quienes entran a la rebatinga del patrimonio sindical arrebatado por el “innombrable”, a un gremio dividido desde entonces, amén de las anomalías en la operación y administración de la terminal portuaria, las cuales sirvieron de escusa para enderezar la opinión en contra de los entonces dueños de Serpover, innombrable lector.

Lamentablemente, repetimos, porque ya un grupo de dirigentes del Sindicato de Maniobristas había logrado, no sin pocos sacrificios en casi treinta años de lucha, el camino legal para la recuperación de su patrimonio sindical, pero que otro grupo de maniobristas disidentes y oportunistas ha implementado una serie de acciones ilegales, fraudulentas que ha llamado la atención de los medios de comunicación poco informados de la historia plagada de corrupción en el sector marítimo portuario del país, marítimo lector.

Así lo hicimos saber al presidente Andres Manuel López Obrador el pasado 9 de enero del presente año, cuando expusimos varios datos recopilados en más de 45 años de trabajo periodístico especializado en Comercio Exterior, con énfasis en Marina Mercante; también el 6 de febrero pasado, se expuso el tema de las injusticias sufridas por los trabajadores portuario, los controladores aéreos aglutinados en el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (SINACTA), y de los trabajadores de la extinta Ruta 100, vejado lector.

En ese día, dos horas después de la exposición al primer mandatario en la conferencia de prensa matutina, se recibió un mensaje de WhatsApp expresando agradecimiento por el apoyo a los trabajadores maniobristas que habían bloqueado la entrada a las oficinas del SAT en Veracruz, pero que no daban su nombre. El remitente hablaba de tomar las oficinas de la API de Veracruz y de parar el puerto. Después de insistir, dijo llamarse Alejandro Pulido Cueto, representante legal de los maniobristas. Preocupante, porque no era ese el planteamiento de los trabajadores encabezados por René Bustos Vilorio, líder acreditado con toma de nota expedida por la STPS respectiva, y quien mostraba desde la primera vez que se le entrevistó, en 2017, toda la documentación de la trayectoria legal implementada durante más de 28 años, perseverante lector.

El remitente de los mensajes de aquel día, mintió para llamar la atención del reportero. Por ello se le exigió que mostrara documentos que probaran su dicho, a lo cual prometió llegar a la Ciudad de México el siguiente domingo para mostrar toda la documentación que poseía. Nunca llegó a la cita. Es más, envió una serie de fotografías de credenciales viejas, las cuales no eran lo suficientemente nítidas para una identificación formal. Al día siguiente volvió a mandar un mensaje anunciando la llegada de una licenciada para entrevistarse con el reportero. No se le contestó, pues era claro que se trataba de impostores oportunistas, aprovechado lector.

El miércoles 19 por la noche, nos enteramos que el autonombrado “apoderado legal”, reunía gente para venir a bloquear la Cámara de Diputados, reunirse con el senador Gómez Urrutia y presionar al presidente López Obrador. En un principio habló de tres camiones de pasajeros con más de 150 trabajadores portuarios, entre maniobristas, checadores y estibadores. Sin embargo, fuentes fidedignas enviaron la fotografía de un solo camión estacionado frente al edificio de General Prim (despojado a la directiva legal), salió del puerto a las 21:39 horas rumbo a la Ciudad de México, apoderado lector.

El martes anterior, leímos con sorpresa la opinión del periodista Ricardo Ravelo en el portal Sin embargo, titulada “Veracruz: el atraco de Carlos Salinas”. Y en donde expone la historia del despojo a los trabajadores portuarios de Veracruz iniciado con la requisa del 1 de junio de 1991, sin embargo, y contrario al rigor utilizado por el periodista en todo su trabajo, le dio voz a unos impostores que van tras los jugosos recursos del sindicato de maniobristas. Alejandro Pulido Cueto está acusado de fraude, despojo agravado, robo, violencia y robo de personalidad, riguroso lector.

Y es que la historia es otra, ciertamente. Resulta que después de consumada la requisa del puerto, el suscrito buscó a Antonio Saracho Zapata, director de Serpover recluido en el penal del puerto, hecho que se narra en un capítulo del libro de nuestra autoría, “Barlovento, bitácora de corrupción” próximo a publicarse. Pero el licenciado Saracho no nos pudo recibir, porque estaba en una audiencia, pero su joven esposa pidió posponer la cita para el día siguiente las 7 de la mañana. Acudimos al edificio de Serpover en donde se instaló Roberto Ríos Ferrer, director de Puertos Mexicanos y orquestador de la requisa y que él llamó “Operación Corsario”, bucanero lector.

Ríos Ferrer ofreció “todo el apoyo” para el trabajo periodístico al reportero, y pidió a Sara Morión su jefa de prensa y fundadora de la revista Proceso, proveer un automóvil y encargarse del pago de hotel y alimentos. Todo ello fue rechazado por el que esto escribe, pues sólo iba a entrevistar a Saracho en el penal. A las siete de la mañana del día siguiente, llegamos al penal para la entrevista concertada, pero Saracho había muerto media hora antes suspicaz ector.

Desde entonces, el suscrito ha ido acumulando nombres y más nombres de funcionarios públicos y privados que se han beneficiado del patrimonio sindical no sólo de los trabajadores de Veracruz, sino de todos los puertos del país. Así lo hicieron con el Fideicomiso para pensionar a los trabajadores portuarios del Pacífico que llegó a acumular más de 74 mil millones de pesos producto del 5% que aportaban los agentes aduanales y navieros, pero que Arsenio Farell disolvió repartiendo el dinero entre unos cuantos, incluyendo a líderes portuarios traidores del gremio, ingrato lector.

Preocupante es que el actual gobierno enfrente no solo las resistencias de los anquilosados a la función pública con probadas corruptelas, sin que también tenga que cargar con “los que ayudaron mucho en la campaña morenista que llevó a la presidencia a López Obrador, porque son esos los más peligrosos Uno, ya denunciado y que al parecer pronto será encarcelado, es el capitán de altura, José Francisco Mendoza Sauceda, de quien la diputada Tatiana Cloutier dijo: sus preguntas sobre el capitán Mendoza son facciosas, el capitán es un tipazo y ayudó mucho en la campaña. Lamentablemente, Mendoza recopiló el currículum vitae de varios marinos mercantes y se los entregó a la que fuera coordinadora de campaña del actual presidente de la República. Y decimos que lamentablemente, porque anduvo en toda la campaña presidencial engañando a representantes del sector en todos los puertos, estafándolos y pidiéndoles favores, engañado lector.

En fin que, como decía mi abuelo, todos esos personajes entre los que se incluyen a prestigiados políticos priístas, y ahora los maniobristas oportunistas, están “como pulgas peleándose la propiedad del perro”. Afortunadamente ya Bustos Vilorio inición legalmente las acciones para la revocación de los poderes otorgados a un peculiar personaje: José Lorenzo Valenzuela, quien a permitido el retiro de una de las cuentas pertenecientes al sindicato de Maniobristas. Ahora sólo falta que las autoridades tanto de la SCT, SHCP, así como de STPS, implementen una exhaustiva investigación para devolverles a los auténticos trabajadores lo que hace casi 30 años les robaron, esperanzado lector.

Hasta la próxima con más del concepto integral del comercio exterior.

elbarlovento@gmail.com

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