Londres, Inglaterra, a 23 de marzo del 2020.- A medida que la industria minorista en Europa y América del Norte comienza a cerrarse de manera efectiva y que los gobiernos imponen un bloqueo social generalizado, hay cada vez más advertencias de que la industria de envío de contenedores está preparada para ver algunos de los mayores descensos en los volúmenes en memoria viva.
Según el analista de línea SeaIntelligence Consulting, la posibilidad de una disminución del 10% en los envíos globales de contenedores (lo que equivaldría a 17 millones de teu transportados por la flota de transporte de cajas del mundo y unos 80 teu manejados en puertos de contenedores globales), “lamentablemente se ha acercado a la realidad”.
El director ejecutivo de SeaIntelligence Consulting, Alan Murphy, dijo: “Los economistas de Goldman Sachs ahora pronostican una asombrosa disminución del 24% en el PIB de EU en el segundo trimestre de 2020.
“También tenemos inventarios comerciales de los EU que son 10% más grandes que justo antes de la crisis financiera, cuando se comparan con la magnitud de las ventas, y durante la crisis financiera, los inventarios se redujeron en un 18%.
“Además de eso, estamos viendo restricciones en los puertos, algunos incluso prohibiendo embarcaciones si han estado en países afectados por virus o cerrando temporalmente cuando encuentran trabajadores que han dado positivo por el virus”, agregó.
Se esperaba el primer descenso del año en los volúmenes de contenedores: las vacaciones del Año Nuevo Chino son una caída anual en el diario de envío de contenedores, pero a medida que las infecciones por coronavirus crecieron en Wuhan, las autoridades chinas extendieron el cierre de la fábrica de dos semanas hasta que pudiera controlar el brote. .
Sin embargo, las esperanzas de que esto pueda conducir a un aumento repentino en las órdenes de compra que se envían a los productores chinos fueron de corta duración, ya que el número de infecciones creció en Europa y el consiguiente impacto en la demanda se ha vuelto más obvio.
Murphy también advirtió que la repentina caída precipitada de los precios del petróleo, que, a pesar de ser un respiro bienvenido para el sector, podría socavar la búsqueda a largo plazo de la industria de un equilibrio entre la oferta y la demanda.
El problema es que la disminución de los precios del petróleo ha llevado a que la diferencia entre el fuelóleo alto en azufre (HFSO) y el fuelóleo bajo en azufre (LSFO) se reduzca drásticamente. A principios de año, cuando entraron en vigencia las nuevas regulaciones de bajo contenido de azufre de la OMI, la diferencia fue de $ 300 por tonelada, hoy la diferencia es de solo $ 60.
Esto ha significado que la economía de invertir en depuradores de limpieza de gases de escape, efectivamente, ha sido arrojada por la ventana y puede llevar a numerosos transportistas a cancelar las órdenes de reacondicionamiento de depuradores, lo que a su vez podría significar más embarcaciones en el agua en busca de carga y, en última instancia, un fuerte descenso en las tarifas de flete.
Murphy agregó: “Al mismo tiempo, las instalaciones de depuración se retrasan gravemente en China debido al virus. La consecuencia podría ser que las embarcaciones que de otro modo se planearon para la instalación de depuradores vuelvan a ingresar a la flota operativa.
“Esto agregaría más capacidad a una situación en la que la demanda está a punto de caer bruscamente”.
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Fuente: gCaptain
